Alejandro Hernández Jiménez es un profesor de matemáticas del Colegio Nuestra Señora del Buen Consejo. Con 39 años, también ejerce de catequista en la Parroquia de Santa María Micaela y es el fiscal de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Cautivo y María Santísima del Rocío. Este año ha sido el pregonero de la Semana Santa de nuestra ciudad.
- ¿Cómo llega a la Cofradía del Cautivo y de María Santísima del Rocío?
- Desde que nací hasta los 25 años viví en Viviendas Rusadir (los pisos rojos) junto al barrio de la Victoria. Desde muy pequeño acudía a misa con mi madre a Santa María Micaela y allí fui a catequesis, recibí la Primera Comunión y la Confirmación. Siempre sentí una atracción hacia las imágenes de Jesús Cautivo y María Santísima del Rocío que ha ido haciendo que poco a poco me involucrase más en este grupo de la parroquia.
– ¿Cuál es la labor que desempeña en la Cofradía?
- Desde el pasado mes de septiembre de 2023 ocupo el cargo de fiscal en la cofradía. Pero intento ayudar en todo lo que puedo y el tiempo me permite.
- ¿A qué retos se enfrentan las cofradías y las parroquias de Melilla?
- En mi opinión, el principal reto es adaptarse a la sociedad actual sin perder la esencia, la fe. Las parroquias y cofradías deben encontrar la forma de atraer a las personas, en especial a los más jóvenes, para que se sientan parte de la Iglesia y ofrecerles lo que necesitan.
Vivimos en una sociedad alejada de Cristo y eso se nota cada vez más. Existe una crisis de valores que repercute en todos los aspectos y la solución la tenemos cerca, volviendo a Cristo. No es nada nuevo, esto ya se ha vivido varias veces a lo largo de la historia.
- ¿Es complicado compaginar su trabajo y su vida personal con su participación en la iglesia?
- Sin duda, es complejo compaginar tantos aspectos de la vida que suponen una gran entrega. Pero en la iglesia se trabaja de una manera diferente a la que estamos acostumbrados, sin exigencias y sin esperar nada a cambio. La recompensa es satisfacción personal, saber que estas ayudando a hacer el bien, a construir una sociedad mejor. En la parroquia o en la Cofradía nadie se recrimina por hacer más o menos, cada uno se entrega a su labor en la medida de sus posibilidades. Lo importante es estar y sentirnos todos una gran familia.
- ¿Por qué decidió participar en la vida de la parroquia y la Cofradía?
- Desde que empecé con las catequesis de jóvenes para prepararme para la confirmación a los 15 años he estado involucrado en la actividad parroquial, en mayor o menor medida según mis posibilidades, pero de manera ininterrumpida. Siempre he visto mi servicio a la iglesia y a los demás gratificado. No ha sido una decisión, al menos consciente, ha sido algo que ha formado parte importante de mi vida.
- ¿Cómo se describiría a nivel personal?
- Me considero una persona trabajadora y servicial, intento ayudar en todo lo que está en mis manos.
- ¿Se siente realizado en la parroquia?
- Sin duda. Estar en la parroquia es una parte esencial de mí, no es un complemento o una actividad de ocio o tiempo libre. Significa ser coherente con lo que siento y con lo que creo. No se trata de sentirme realizado, que lo siento, sino de coherencia, de compromiso, de fe.
- ¿Qué papel juega la Cofradía del Cautivo en su vida?, ¿y la iglesia?
- Como digo, es parte de mi vida. No es una actividad para pasar el tiempo. Por tanto, juega un papel esencial, especial. Sin la cofradía o sin la iglesia faltaría algo importante, un gran vacío que no se podría llenar con nada, por tanto, no estaría completo, no podría ser feliz.
- Si tuviera que explicar a un melillense lo que supone la Iglesia para la ciudad, ¿qué le diría?
- La iglesia es una organización que tiene mucha actividad, aunque no siempre es visible. Realiza una serie de servicios atendiendo distintos aspectos a través de unas personas que ofrecen su tiempo voluntariamente, pero cada vez son menos. Se atienden aspectos formativos, de culto, pero son muy numerosas las acciones de caridad, atención a necesitados, enfermos, ancianos, ….
La iglesia es una herramienta en manos de Dios que trabaja incansable, muchas veces de forma casi invisible, pero siempre está.
- Cuénteme una anécdota divertida de sus labores en la parroquia
- Podría contar miles. En los campamentos de jóvenes, como monitor, he vivido mil anécdotas y aventuras. Mis amigos de la parroquia seguro que contarían la noche que jugando una modalidad de escondite caí por un barranco y quedé colgado boca abajo de unas zarzas. No dije nada hasta que no terminó el juego para no perder. Muchas de las veces que nos reunimos siempre sale esta anécdota.
- Esto es imprescindible preguntárselo... ¿Cuál es su labor favorita en la iglesia?
- Una de las labores que más disfruto es la de la preparación de cultos y de otros materiales, el aspecto creativo dentro de la liturgia. Por ejemplo, como catequista, siempre estoy buscando cuentos, dibujos, dinámicas para trabajar con los más peques, para que aprendan a conocer a Dios y su iglesia de una forma atractiva y divertida.
- Pronunció el pregón de esta pasada Semana Santa, ¿qué se siente ante tal tarea?
- Fue un honor. Como cristiano y cofrade creo que no puede haber un reconocimiento mayor. Y a la vez supuso una gran responsabilidad por la importancia que tiene para mí y para tantas personas lo que pregonaba: la Semana Santa, nuestra Semana Santa de Melilla. Disfrute mucho del proceso de creación, aunque al principio me costó un poco. Y también pude hacerlo ese día durante la proclamación. Es una experiencia que no voy a olvidar nunca.
– Destaque algo positivo de su labor en la parroquia.
- Siempre se suma, siempre se aprende, siempre se descubre algo nuevo. Y siempre te encuentras con personas que te aportan algo.
– ¿Y algo negativo?
- No deja de haber un compromiso, y ese compromiso exige a veces sacrificios. Intento compaginarlo con la familia, e involucrarla, pero a veces les quito tiempo.
- Una Expresión melillense
- 'Dar un rule'.
- Un rincón de Melilla
- La playa.
- ¿Cuál es su filosofía de vida?
- Ser feliz, hacer feliz, compartir vida.
- Un lugar de ensueño para viajar
- Egipto o Grecia.
- ¿Viajaría al futuro?
- No, todo llega, todo tiene su momento. Se trata de disfrutar el presente.
- ¿Cuál sería la época histórica donde viajaría?
- A principios del siglo XX, la época de la expansión de Melilla, nacimiento del modernismo.
- Mi tiempo libre lo dedico a…
- No tengo mucho tiempo libre, pero el que tengo es para mis hijos y mi mujer, ellos mandan.
–¿Qué prenda de ropa no falta en su armario?
- Una camisa y unos vaqueros.
- ¿Tiene miedo a algo?
- A la soledad.