Este fin de semana ha comenzado la Liga en Primera y en Segunda División y dentro de dos lo hará en el resto de las categorías, incluidas la Primera y la Segunda RFEF, esta última donde se encuentra la UD Melilla
Nos encontramos, pues, en la recta final antes de que comience la liga para el conjunto dirigido por Mere Hermoso a partir de esta temporada después del acenso de la temporada 2022-2023 y el descenso de la 2023-2024.
El reto, evidentemente, es recuperar la categoría perdida. Hasta el momento, los resultados no han sido los mejores posibles, pero aún queda tiempo para ensamblar un equipo que tiene mucho margen de mejora. Lo primordial es que no cunda el desánimo tras el último descenso y ser positivos, teniendo en cuenta que lo importante comienza ahora. Es importante no caer en el desánimo, sino que más que nunca hay que estar todos juntos y confiar en que la cosa va a ir bien.
Con el apoyo de todo el mundo, de la Ciudad Autónoma y de los melillenses, hay que intentar que la UD Melilla puede recuperar su puesto en la Primera RFEF, que es lo mínimo a lo que se debería aspirar.
En cualquier caso, el club debe poner sus miras lo más alto posible y llegar incluso a la Segunda División y, quién sabe, quizás subir algún día a Primera. Aún se recuerdan casos de equipos de ciudades más pequeñas que Melilla y que, gracias a una buena gestión, alcanzaron la máxima categoría del fútbol español.
Uno de los casos más sonados fue el del Extremadura, que, representando a un pueblo de poco más de 30.000 habitantes como Almendralejo, militó durante dos años en Primera División a final de la década de los 90.
¿Por qué no podría aspirar a ello en el largo plazo la UD Melilla? Como se suele decir, querer es poder y en este caso lo que corresponde es luchar por ello con todos los medios posibles. ¿Alguien se puede imaginar lo que significaría para la ciudad autónoma que, durante varias temporadas, cada dos fines de semana aterrizaran equipos como el Real Madrid, el FC Barcelona, el Atlético de Madrid, el Betis o el Sevilla, por decir sólo cinco de los históricos? Sin duda que ello daría un buen empujón a Melilla para crecer como ciudad y, tal como está la situación, no conviene despreciar ninguna vía.