Hoy a las siete de la tarde, el Hotel Melilla Puerto ha acogido una de las citas culturales más esperadas del año. En una sala repleta de asistentes y con una expectación pocas veces vista, el reconocido médico, divulgador y pensador Dr. José Cabrera ha ofrecido una charla que, más allá de su contenido histórico, se ha convertido en una reivindicación pública del papel olvidado de Melilla en el imaginario colectivo español. “Es increíble que cuando se hable de Melilla solo se hable del salto a la valla”, ha declarado Cabrera.
Organizada por el Clúster de Emprendimiento de Melilla y presentada por Blas Jesús Imbroda, la conferencia ha reunido a decenas de personas que, desde días antes, habían agotado las plazas disponibles. Gabriel Ruíz, representante del Clúster, ha confesado que se vio sobrepasado por la demanda. “No sabía que iba a tener tanta aceptación en esta ciudad. Agradezco todas las llamadas para pedirme entrada. Hemos acertado con el ponente, como no podía ser de otra forma”.
La figura del Dr. Cabrera, conocido por su participación en programas de televisión, por su formación en medicina forense y por su capacidad para comunicar temas complejos de manera clara, ha sido sin duda un gran atractivo. Pero más allá del personaje mediático, lo que se ha vivido en la charla ha sido un ejercicio profundo de reflexión y crítica constructiva sobre la imagen distorsionada que se proyecta de Melilla en el resto del país.
“No puede ser que cuando se hable de Melilla solo se hable del salto a la valla”, ha afirmado Cabrera con firmeza, arrancando el aplauso del público. “Es política pura. Nadie cuenta que esta ciudad es bella, que tiene historia, cultura, que es una joya viva en la roca”. Su denuncia no ha sido solo hacia los medios de comunicación, sino hacia una sociedad cada vez más desconectada de lo que no sale en pantalla o no se viraliza en redes sociales.
Durante su visita a la ciudad, el doctor ha podido conocer en profundidad su historia, su gente y su valor estratégico. “Me han hecho un tour maravilloso, cinco horas viendo cuevas… menos mal que no había murciélagos”, ha bromeado. “Pero lo que hay en estas piedras, en este suelo, es impresionante. Y en la península no se enteran de la película. No saben que Melilla es también parte de un antiguo imperio, ahora Estado, que no se puede olvidar”.
El eje central de su intervención ha girado en torno a la invisibilidad de Melilla en el panorama nacional. “El mundo es muy grande y la gente está muy distraída. Si hay guerra en Ucrania, si Trump dice algo o hay un nuevo Papa, todo eso tapa cualquier cosa. Y Melilla se queda fuera, como una hormiga más. Pero hay que colocar esa hormiga en el hormiguero”, ha sentenciado.
Para Cabrera, la solución pasa por una actitud decidida de la propia ciudad. “El melillense tiene que entender que hay que hacerse hueco a codazos. Yo soy uno de los que va a dar esos codazos, pero tiene que haber más. Si no te quieren oír, grita. Pero grita sin aspavientos, con dignidad, con firmeza”.
No han faltado referencias personales. Cabrera ha recordado su paso por las Fuerzas Armadas como médico militar y el gran número de amigos que tiene actualmente en la ciudad: jueces, abogados, médicos, enfermeros… “Ahora más que nunca, me siento vinculado a Melilla. Me lo llevo todo en la maleta y cada vez que hable por ahí, hablaré también de esta tierra”.
Consciente del poder simbólico, también ha hablado de cómo los grandes nombres y figuras públicas ayudan a poner una ciudad en el mapa. “Si Messi o un jugador del Madrid fuera de aquí, se hablaría de Melilla. Si Trump pasara dos horas, estaríamos en todos los telediarios. Pero como eso no pasa, tenemos que forzar que la palabra ‘Melilla’ esté en la boca de la gente”.
Su intervención ha concluido con una promesa sencilla pero poderosa: ser embajador informal de la ciudad. “Aquí está el libro de Melilla. Me lo llevo. Donde vaya, hablaré de esto. Porque esto no se puede quedar en una sala. Esto hay que contarlo”.
Lo que se ha vivido en el Hotel Melilla Puerto ha sido más que una conferencia. Ha sido un acto de dignificación de una ciudad olvidada, pero orgullosa, que empieza a recuperar su voz gracias a aliados como el Dr. Cabrera.
Gracias Dr. Cabrera por sus comentarios. Es una gran satisfacción que una persona de su relevancia ponga a Melilla donde debe estar. Mi más sincera admiración de un melillense afinado en Madrid.
Enhorabuena Gabriel, una buena apuesta, un buen trabajo