El Parque Lobera está siendo objeto de una profunda rehabilitación después de haber perdido un 40% de su arbolado en lo que posiblemente pudiera incluso ser un atentado contra el medio ambiente. Cerrado desde el año 2019, el anterior Gobierno CpM-PSOE fue incapaz de llevar a cabo el proyecto para mejorar este espacio verde. Y no solo eso, sino que permitió la desaparición paulatina de los árboles que daban seña de identidad al parque.
El caso es que ya empiezan a verse brotes verdes, que es de lo que se trata con esta actuación. El presidente Imbroda y el consejero Ventura estuvieron ayer comprobando la evolución de los trabajos que se llevan a cabo en ese punto específico de Melilla y tuvieron la ocasión de ver cómo se van recuperando varias zonas muy afectadas por la deforestación, lugares en los que irán árboles y especies autóctonas como parte de la recuperación del parque.
Cuando estén terminadas las obras, allá por el próximo mes de febrero de 2026, los melillenses tendrán la ocasión de volver a ver elementos históricos que fueron eliminados. Se trata de los delfines y la cascada de agua original, piezas en la memoria colectiva que se verán reforzadas con otros ornamentos nuevos como una fuente decorativa con una pantalla retroiluminada.
La rehabilitación del Parque Lobera lleva aparejado un reajuste en la zona de manera que la entrada se instalará en la Plaza de la Aviación Española, sin contar con que se procederá a la recuperación de antiguas galerías subterráneas que conectaban la zona de Victoria Grande con esa misma plaza, pasando por debajo del parque y del auditorio. Estas galerías están siendo acondicionadas para su futura apertura al público y la posibilidad de que sean visitadas se considera parte de un proyecto arqueológico e historicista de gran valor patrimonial.
En definitiva, tanto Imbroda como Ventura se mostraron satisfechos de cómo va quedando el parque, que precisamente cumplirá su primer centenario en 2026, una fecha importante para Melilla y que el Gobierno pretende festejar con la apertura de este espacio tan emblemático para tantas generaciones de melillenses.
Por fin la ciudad podrá disfrutar de su Parque Lobera tras los enormes destrozos que sufrió por el descuido y la inoperancia del anterior Gobierno con la Consejería de Medio Ambiente en manos de CpM. Ventura no se olvidó de tanta dejadez: "En el año 2019 hubo un abandono total. Cerca del 30 o 40% de la vegetación desapareció. El parque estuvo cerrado durante toda la legislatura anterior".