El hábito lector no está demasiado extendido entre los estudiantes universitarios hoy en día. Por ese motivo, hace cinco años, desde el Departamento de Didáctica de la Lengua y la Literatura de la Universidad de Granada (UGR) en Melilla, con la profesora María José Molina al frente, pusieron en marca un estudio para descubrir qué pasaba con la lectura, qué era lo que se leía y cómo de alejadas estaban esas lecturas de las consideradas canónicas –obras clásicas y de alta calidad que han perdurado en el tiempo-.
Los resultados, asegura Molina, fueron “penosos”, por lo que se decidió -puesto que, además, a nivel curricular no hay ningún objetivo que trate de fomentar el hábito lector- crear un proyecto de innovación docente llamado ‘Unilectio’ y que pretendía alimentar el hábito lector entre los estudiantes como futuros docentes de Infantil o Primaria. Lo que se intentaba era estimular la lectura en distintas disciplinas con el objetivo de hallar las que despertaban el interés de los jóvenes.
Una vez concluido el proyecto, Molina siguió promoviendo la lectura y cada año, coincidiendo con la celebración del Día Internacional del Libro, organiza una lectura de relatos cortos de los estudiantes en la terraza de la cafetería del Campus.
Los dos primeros años se leyeron relatos cortos hispanoamericanos. El tercero fueron poemas de escritoras españolas. El año pasado fue una especie de homenaje a los mejores textos del Premio Internacional de Relato Corto ‘Encarna León’ y este las fábulas de todo origen -chinas, turcas, árabes, españolas, francesas o persas- han sido las protagonistas. Los pasajes siempre son elegidos por los estudiantes.
La idea, tal como ha explicado la profesora, es visibilizar la lectura y atraer la atención de la gente hacia ella. Por eso, en días así, uno podía, entre las 11 y las 13 horas, pasar por cafetería y tomar un desayuno escuchando una fábula.
Molina ha destacado que a los estudiantes -tanto a los que leen como a los que escuchan- les gusta mucho la iniciativa. Ella, por su parte, con sus alumnos, va leyendo todo el curso, pero lo deseable es que sigan con el hábito lector más allá de la clase. Por eso también tienen un club de lectura.
"Una maravilla"
Por su parte, la decana de la Facultad de Ciencias de la Educación y del Deporte, Lucía Herrera, ha mostrado su satisfacción con la iniciativa de la profesora, que ya va por el quinto año y que permite a los estudiantes salir un rato de las aulas y sentarse al aire libre en la cafetería a pasar un rato agradable. “Es una maravilla y estoy muy contenta”, ha añadido.
La decana ha resaltado que es necesario que los estudiantes adquieran el hábito lector, puesto que, además de por el simple placer, la lectura es la herramienta básica de aprendizaje, ya sea en una plataforma digital o en un libro de los de toda la vida. Ella confiesa que es de la antigua escuela; le gusta tocar el libro y oler las hojas. En cualquier caso, cree que la lectura hay que fomentarla desde Educación Infantil y Primaria para que, cuando los jóvenes lleguen a la universidad, tengan ese hábito “aposentado”.
Lecturas
Umaima y Nirmin han sido algunas de las que se han animado a salir en público y han leído una fábula titulada La sospecha, del autor chino Lie Zi, que habla sobre cómo muchas veces los prejuicios que se tienen influyen en la opinión que uno se forma sobre las personas. Las dos han asegurado que la iniciativa les parece “genial”, sobre todo, para leer más, pero también porque les permite pasar “una buena mañana con los compañeros”. De la misma forma, Yusra, Samira y Mimun han leído un texto griego titulado Fábula del congreso de los ratones.
Una mañana provechosa, en fin, en el que la Facultad de Ciencias de la Educación y del Deporte ha puesto su granito de arena para conseguir un mundo más sabio con personas más formadas y con un mayor gusto por la lectura.