Los objetivos digitales de la Unión Europea para el año 2030 muestran que para cubrir los 20 millones de empleos que requerirán conocimientos en programación se hace necesario un incremento de los perfiles tecnológicos en la UE.
En todos estos puestos, los profesionales deberán contar con la capacidad imprescindible de saber programar. Pero, además, esta competencia laboral cada vez será más demandada y útil en la mayoría de los ámbitos laborales, no solo los digitales. Imprescindible en casi cualquier ámbito profesional debido a la creciente dependencia de la tecnología.
Según numerosos expertos, la programación es útil en campos como la economía o la medicina, permitiendo entender y gestionar mejor las tecnologías y programas esenciales en el trabajo diario.
En áreas como la bioinformática, ciencia de datos, economía, y diseño; la programación facilita la manipulación de grandes volúmenes de datos, el análisis y la visualización de información, y la creación de contenido digital. Además, el código es clave en la toma de decisiones estratégicas en el mundo empresarial.
Aprender a programar no es exclusivo de profesionales tecnológicos. Con tiempo y dedicación, cualquier persona puede adquirir esta habilidad, aunque su práctica y aplicación a la resolución de problemas es lo más complejo. Por ello es necesaria la formación en esta materia. De este modo, se ofrece una vía para que cualquier persona, desde principiantes hasta quienes buscan una salida laboral, se formen en esta área.
Además de conocimientos técnicos, la programación potencia habilidades como la descomposición de problemas, el pensamiento abstracto y el lógico. Aunque la inteligencia artificial facilita el proceso, el componente humano sigue siendo esencial para ajustar soluciones y corregir errores.
Programación
La programación es el proceso de crear instrucciones que permiten a un ordenador realizar tareas específicas. El objetivo es resolver problemas mediante la creación de software, aplicaciones, algoritmos y sistemas que automatizan procesos o permiten la interacción entre el ser humano y la tecnología.