Esta mañana, la calle García Cabrelles ha abierto al tráfico rodado en su totalidad, tras 3 años y medio de obras. Un acontecimiento que no deja de ser un paso mas en la vuelta a la normalidad en el barrio del Rastro.
Hasta la zona del último tramo de esta arteria melillense se han trasladado varios representantes del Gobierno de la Ciudad Autónoma, encabezados por el presidente, Juan José Imbroda, quien observó el resultado de las obras y conversó con algunos trabajadores y vecinos.
En declaraciones a los medios, Imbroda recordó que estos trabajos han sido uno de los de mayor duración de la historia de Melilla. Con un coste de 3,2 millones de euros, estos arrancaron en el año 2021 y el presidente lamentó que se desarrollaron bajo un planteamiento equivocado.
Imbroda recordó como cuando el Partido Popular se encontraba en la oposición, fueron denunciando los problemas que se sucedían en estas obras, las cuales recordó, se han realizado con 2 empresas distintas.
Pese a manifestar que al llegar al Gobierno hace 1 año y 6 meses, se encontraron una gran problemática, dijo estos se han solucionado y la nueva calle ya es una realidad.
El presidente reconoció la dilatación en los plazos de la obra, pero recordó que la tubería general de los depósitos de agua pasa por esta vía, por lo que se ha tenido que ralentizar la obra para que esta no afectara al suministro.
También hizo referencia a los trabajos que se están desarrollando en la calle García Margallo, cuyo final se prevé en un plazo de en torno a 2 meses.
Una vez concluyan los trabajos, se habrá cumplido el objetivo de la Ciudad de acercar la zona del Polígono al centro de Melilla. Imbroda aseguró que era algo necesario desde diferentes conceptos, como el urbanismo.
Arbolado
El presidente aprovechó para anunciar la próxima plantación de unos 170 árboles en las calles García Cabrelles y García Margallo. Una novedad, puesto que antes de los trabajos, esta arteria del Rastro no contaba con arbolado.
Este anuncio se produce un día después del comienzo de la plantación de 75 árboles en el primer tramo de García Margallo.
El Gobierno, no obstante, afirma que seguirá trabajando por la zona. Para ello, sacarán a concurso un proyecto de remodelación en el Rastro Alto, junto al Barrio Hebreo y pondrán en marcha una iniciativa para transformar el Rastro en un foco de cultura. El objetivo definitivo es hacer de este barrio un atractivo turístico y comercial más de Melilla. Algo fundamental, dijo, toda vez que el turismo ha aumentado un 25 % en nuestra ciudad este año.
"Toda esta zona se ha modernizado y la haremos más centro".
En definitiva, la Ciudad Autónoma ha quedado muy satisfecha con el resultado de estos trabajos en uno de los barrios más castizos de Melilla.
"Bien está lo que bien acaba y así ha sido con estas obras. Los melillenses siempre hemos disfrutado de esta zona, estamos orgullosos de ella y el Gobierno siempre hará cosas por el Rastro y por el conjunto de la ciudad".