No ha habido detenciones entre los menores que participaron en la agresión a los vigilantes de seguridad en Nochevieja en La Purísima. Así lo han destacado fuentes consultadas por El Faro, que denuncian que los chicos que lanzaron piedras contra estos trabajadores siguen con normalidad en el centro.
En cambio, sí que tienen conocimiento de que uno de los menores habría denunciado a un vigilante tras tener una lesión en la mano. Pero estas fuentes indicaron al periódico que el menor sufrió esa herida tras romper el cristal de la garita e intentar meter la mano por ahí para lanzar la piedra de forma directa a los vigilantes que se habían resguardado dentro de este espacio.
Asimismo, estas fuentes consultadas indicaron que nadie de la Ciudad se ha puesto en contacto con los vigilantes de seguridad para conocer cómo se encuentran. Recordaron que hubo dos vigilantes de seguridad heridos con lesiones provocadas por la lluvia de piedras que recibieron.
Insistieron en que las autoridades no han contactado con ninguno de ellos ni se han preocupado de cómo está la garita de seguridad tras las piedras que lanzaron los menores y que han provocado grandes destrozos.
Aunque apuntaron que un cuidador intentó por todos los medios calmar a los chicos durante esa agresión, nadie más del centro ayudó. Y señalaron que ningún responsable del centro tampoco ha contactado con los vigilantes para ver qué ocurrió y conocer el estado de los mismos.
Además, apuntaron que, mientras que los vigilantes tuvieron que ir al médico para ser atendidos, los menores que se hirieron fueron atendidos por el 061. No es que vean mal que se atendiera a estos chicos, sino que los trabajadores de seguridad no recibieran el mismo trato.
Garita rota y robos
Estas fuentes comentaron que los vigilantes de seguridad están trabajando ahora en una garita con las ventanas y la puerta rota, además de otros destrozos que se hicieron al arrojar piedras.
Entra el frío en estos días y, de hecho, fueron los vigilantes que entraron en el turno los que tuvieron que limpiar toda la garita llena de cristales y piedras.
Asimismo, explicaron que los chicos que participaron en la agresión robaron unos walkie talkies de un de los vigilantes e intentaron llevarse una televisión.
Que nadie se preocupe por estos profesionales, que para obtener el título que les permite defender nuestros intereses, han tenido que invertir su tiempo y dinero, que normalmente, las empresas que los contratan les regatean el sueldo al céntimo y les obliga a hacer jornadas maratonianas en condiciones no siempre laboralmente idóneas .Me parece cuando menos mezquino.
Ya está bien de tanta blandenguería y con esos indeseables que muerden la mano que les da de comer. Y más respeto y apoyo a los que cumplen con sus obligaciones.