Los datos del último informe del Ministerio de Educación apuntan que en el curso 2010-2011 en la ciudad había 26,7 estudiantes por grupo y que además era la región con más alumnos matriculados por profesor.
Las cifras de la Educación en Melilla siguen actualmente sin mostrar datos positivos. Sin embargo, este es un problema que viene de atrás. Hay pocos centros, muchos alumnos y son muchas las voces que indican que el número de profesores no es suficiente. El último informe del Ministerio corrobora, al menos en parte, estas ideas. El estudio, en el que se analizan los datos del curso 2010-2011, último curso académico en el que el PSOE todavía estaba en el Gobierno central, demuestra que el asunto de los ratios elevados no es algo que no existiera ya en la ciudad en aquel momento. Según este informe, en ese momento en los centro educativos de Melilla había una media de 26,7 alumnos por aula, el dato más elevado de todo el país, muy por encima de la media nacional, con 21,6 estudiantes por unidad y también por encima de Ceuta, donde el número de niños por grupo era de 23,8.
Esta número elevado de estudiantes por aula se repetía en todos los niveles educativos. Así, en Infantil eran 17, frente a los 13,5 de la media del conjunto del país; en Primaria llegaban a los 25,3, frente a los 20,5 de media nacional; y en centros de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, el número de alumnos por grupo ascendía a 29,5, frente a los 24,7 del total de nuestro país.
Las cifras apuntan, así, que las aulas melillenses ya eran en 2010 las más ‘masificadas’ de todo el país.
Asimismo, si se analiza el número de alumnos a los que daba docencia cada profesor, la tendencia apunta en la misma línea. Según los datos del mismo informe, en Melilla había una media de 12,9 estudiantes matriculados por profesor contratado, la cifra más alta de todo el país, donde de media el número de alumnos por docente ascendía a 11,3. Esta tendencia negativa sólo se rompía en educación Infantil, donde las cifras melillenses, con seis pequeños por cada maestro, eran mejores que las de la media nacional, donde había nueve niños por profesor, Sin embargo, en el resto de niveles, los datos de Melilla eran peores que la media. En Primaria, cada docente atendía a 16,1 estudiantes en la ciudad, mientras que en el conjunto del país en los centros había matriculados 12,7 estudiantes por cada profesor. En ESO y Bachillerato, la tendencia era la misma, mientras en nuestra ciudad había 11,8 alumnos por docente, en el conjunto del país eran 9,6. En Educación Especial, no obstante, la cifra era prácticamente idéntica, incluso ligeramente mejor en Melilla, con 3,3 estudiantes por docente, frente a los 3,4 de la media nacional.
Así, estos datos vuelven a relacionarse, casi por obligación, con los altos niveles de fracaso escolar que había, y sigue habiendo, en la ciudad autónoma. Según el mismo informe, la ciudad tiene el porcentaje más bajo de alumnos que no termina enseñanzas postobligatorias, es decir que pasa a Bachillerato pero no concluye con éxito sus estudios, en concreto un 42,9%.
Pero además, hay otro dato preocupante en relación a la formación de la población local, que apunta cómo en Melilla parece que la tendencia educativa no termina de cambiar. Así, el porcentaje de población que no terminó la Educación Secundaria en la ciudad apenas varía si se analiza a personas de entre 25 y 64 años (29%) y si el análisis se hace en jóvenes de entre 25 y 34 (más del 23%). Además de que en los dos casos el porcentaje de personas que no acceden a Secundaria es bastante más alto que en el conjunto del país, la evolución también es distinta. Y es que mientras que en la media española se pasa de un 17% de personas que no terminó la Educación Secundaria, en el primer grupo de edad, a un 8,2% en el segundo grupo, en Melilla los datos muestran que apenas ha habido variación. Esto apunta que en el conjunto del país en los últimos años han sido cada vez más personas las que han tenido acceso a la educación y han finalizado sus estudios, lo que provoca que cuanto más joven es el grupo de población menos gente hay sin formación. Sin embargo, en Melilla, de acuerdo con estos datos, el índice de fracaso sigue siendo casi tan alto entre la población más joven que entre la de mayor edad, lo que indica que el problema de la Educación no termina de solucionarse.