El consejero de Medio Ambiente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Daniel Ventura, ha manifestado este martes ante los medios de comunicación su absoluto rechazo al anuncio del Gobierno de España de destinar 340 millones de euros para la construcción de una megadesaladora en Casablanca, Marruecos. Ventura calificó la decisión como “una auténtica barbaridad” y reprochó que se de prioridad a un país extranjero mientras la desaladora de Melilla lleva años sin recibir las inversiones necesarias para su rehabilitación y mejora.
“El anuncio es incomprensible. Aquí, en Melilla, llevamos mucho tiempo denunciando el estado de nuestra desaladora, y hablamos de una inversión de apenas 12 millones de euros. Nadie nos ha contestado ni nos ha dicho absolutamente nada si ese dinero va a llegar o no va a llegar”, declaró Ventura. El consejero recordó que la infraestructura melillense consta de tres módulos que ya superan los 18 años de antigüedad, lo que supone un riesgo para el suministro de agua potable en una ciudad con características especiales.
Según explicó, aunque se logre una rehabilitación parcial, la antigüedad de los equipos hace que la solución definitiva pase por una infraestructura nueva. Por ello, desde la Consejería de Medio Ambiente se ha planteado públicamente la necesidad de construir una segunda desaladora en Melilla. “No estaría mal, creo que en Ceuta ya se hizo. Deberíamos tener nosotros también una segunda desaladora, especialmente si se le están dando 340 millones a Marruecos, teniendo en cuenta cómo estamos aquí con el tema del agua”, insistió.
Ventura puso el foco sobre la responsabilidad del Partido Socialista, la Confederación Hidrográfica y, en especial, la Delegación del Gobierno en Melilla, a quienes acusó de mirar hacia otro lado. En este sentido, criticó que desde el PSOE se utilicen los recursos institucionales para defender decisiones que van en contra de los intereses de la ciudad. “La Delegada del Gobierno no hace ni dice nada. Y manda a sus diputados de la Asamblea del Partido Socialista a pelear por algo absurdo. Es una incongruencia que salga Rafa Robles a hablar del tema del agua cuando, insisto, no debería de decir nada más que callarse o bien hacerle las solicitudes al propio ministerio para que nos ayuden”, subrayó.
El consejero fue más allá al anunciar que, ante la pasividad institucional, se tomarán medidas legales. “Ese acta va a ir al juzgado. Le vamos a pedir que la justicia actúe porque se está incumpliendo un acta muy importante relacionada con la desaladora. Estamos hablando de un recurso muy necesario para todos los melillenses”, advirtió.
Ventura recordó además que Melilla tiene una condición insular de facto: “Somos una ciudad que es como una isla, dependemos de nosotros, no dependemos de nadie más. Por tanto, el Estado debería estar un poquito más pendiente de nosotros y no tanto de Marruecos”. A su juicio, las prioridades del Gobierno están completamente desalineadas con las necesidades reales de territorios como Melilla, que requieren un tratamiento específico y un compromiso claro en cuestiones tan sensibles como el abastecimiento de agua.
Durante su intervención, Ventura volvió a lamentar la falta de atención y la falta de voluntad política para abordar un problema que, según sus palabras, afecta directamente al bienestar y a la calidad de vida de los ciudadanos. “Ya lo dije, y lo vuelvo a decir: vamos a ir a los tribunales. Esto no se puede permitir. La desaladora lleva demasiado tiempo abandonada y no hay ninguna inversión seria ni en rehabilitación ni en mejora. Mientras tanto, vemos cómo se destinan cientos de millones fuera de nuestras fronteras”, concluyó.
El consejero dejó claro que la defensa de los intereses de Melilla en materia de infraestructuras hídricas seguirá siendo una prioridad para su departamento, e instó al resto de fuerzas políticas a unirse en esta reivindicación, al margen de intereses partidistas. “Aquí no se trata de siglas, se trata de agua, de un recurso básico que estamos poniendo en riesgo”, afirmó.
