Melilla se prepara para rendir homenaje a su literatura, a su identidad plural y a uno de sus grandes referentes poéticos: Miguel Fernández. Este viernes 16 de mayo, a las 20:00 horas, la Librería de Melilla será el escenario de un recital-tertulia que promete ser mucho más que una lectura de poemas. Bajo el título Melilla, mi África patria, tomado directamente de un poema de Fernández, el evento se presenta como un acto de celebración, memoria y creación viva.
La iniciativa nace de la mano de Cristina Hernández, docente, escritora y artista multidisciplinar profundamente comprometida con la vida cultural de la ciudad. Su propuesta es clara, abrir un espacio de encuentro para mostrar cómo la palabra literaria melillense es reflejo directo de una ciudad tan diversa y luminosa como su entorno africano. Según Hernández, Melilla no solo es un lugar geográfico, sino también “un espacio emocional y simbólico que impregna la producción artística local con una identidad única”.
El evento reunirá a destacados autores de la ciudad, cuyas voces forman parte del actual patrimonio literario de Melilla. Encarna León, una de las poetas más reconocidas del panorama melillense, compartirá escenario con José Mª García Linares, Ágata Mansilla, Toufik Douri, la propia Cristina Hernández y Juan Ángel Berbel, quien además actuará como conductor de la tertulia. Cada uno de ellos leerá fragmentos de su obra y compartirá reflexiones sobre lo que significa escribir desde Melilla y para Melilla.
No se trata solo de un acto literario al uso, sino de un diálogo entre creadores y público. La idea es crear un ambiente íntimo y cercano, donde la poesía y la narrativa sirvan como vehículo para explorar los vínculos emocionales que unen a los escritores con su tierra. La literatura será una forma de rendir tributo a una ciudad que es a la vez puerto, frontera, hogar y horizonte.
Aunque algunos autores melillenses no podrán estar presentes por compromisos personales, han mostrado su respaldo a la actividad, lo que refuerza la sensación de que este encuentro es el primero de muchos. Hernández confía en que la cita de este viernes marque el inicio de una serie de encuentros periódicos que ayuden a consolidar una red literaria sólida y visible en la ciudad. En sus propias palabras, “la escritura melillense es única y refleja las características de una ciudad con una riquísima historia y una cultura caleidoscópica”. Esta afirmación sirve como declaración de intenciones y como tesis vertebral del evento.
Uno de los momentos destacados de la velada será la presentación del collage-poema visual creado por Hernández, una pieza artística que combina imagen y palabra para capturar la esencia de la “palabra poética melillense”. Esta obra ha sido concebida como un gesto de agradecimiento hacia Francisco Alfaya y los Museos de Melilla por su apoyo constante a la cultura local. El collage es también una forma de representación simbólica de la ciudad, pequeña en tamaño, pero vasta e inmensa en significados, como todo el continente africano que la rodea.
La obra ha sido comentada por el crítico de arte V. García, colaborador en el catálogo que Hernández está preparando para el Museo. García destaca la profundidad simbólica del collage, “su poema visual es un canto a la tierra que la vio crecer, una tierra que es a la vez promesa y nostalgia, mezcla de aromas, de lenguas, de historias compartidas bajo la misma luz intensa”. Estas palabras capturan la intención profunda del trabajo artístico, que se suma a la celebración literaria como una forma de ampliar sus resonancias.
'Melilla, mi África patria' es también un acto de afirmación cultural en un mundo donde las voces periféricas a menudo son ignoradas o subestimadas. La propuesta de Hernández y sus colaboradores es recordar que la literatura no pertenece solo a los grandes centros, sino que nace también en los márgenes, en las ciudades fronterizas, en los rincones cargados de memoria. En ese sentido, Melilla se convierte no solo en escenario, sino en protagonista de su propia narrativa.
Los participantes animan a todos los melillenses a acudir al encuentro, a compartir la emoción de la palabra, a redescubrir su ciudad a través de los ojos de sus poetas y narradores. Será una noche para amar a Melilla, para atesorar los recuerdos de la infancia, del presente y también para soñar con un futuro en el que la cultura siga siendo puente y refugio.
Porque Melilla no solo se recorre con los pies, también se vive con la memoria, se sueña con los versos y se abraza con la palabra. Este 16 de mayo, la ciudad se escribe a sí misma (en voz alta, en comunidad, en homenaje) como Melilla, mi África patria.