El catedrático de Derecho Internacional de la Universidad de Cádiz Alejandro del Valle ha publicado recientemente un análisis titulado 'Nuevas narrativas para Ceuta y Melilla', en el Real Instituto Elcano, sobre la compleja situación de las ciudades autónomas en el marco de la geopolítica mundial donde presenta una serie de nuevas narrativas para las ciudades autónomas en este tiempo marcado por los cambios en la gobernanza global y las tensiones en Ucrania y Palestina.
La reclamación territorial activa de Marruecos sobre estos territorios españoles persiste, respaldada por una política de Estado que busca la anexión. España, por su parte, sostiene su soberanía a través de títulos históricos válidos según el derecho internacional. La relación con Marruecos, que combina aspectos de cooperación y adversidad geoestratégica, requiere de un enfoque renovado por parte de España, apunta el autor, para quien es necesario reconsiderar la postura tradicionalmente reactiva y fomentar una mayor implicación de la Unión Europea para equilibrar las relaciones bilaterales. Además, se plantea la necesidad de actualizar la política exterior española hacia Marruecos, diferenciándola de la relación con otros países del Magreb y adaptándola a un contexto de grandes cambios históricos y geopolíticos.
Según el análisis publicado en el Real Instituto Elcano, el enfoque sobre Ceuta y Melilla requiere de una nueva narrativa que refuerce la coherencia discursiva española. En lugar de crear un relato artificial, se busca consolidar argumentos sólidos sobre la soberanía española, basada principalmente en los títulos jurídicos históricos, los cuales se remontan a la Edad Media y comienzos de la Edad Moderna. La incorporación de Ceuta en 1415 y Melilla en 1497 establece un vínculo histórico que, según el derecho internacional, justifica la soberanía española, opina Del Valle. Además, añade, los términos utilizados por Marruecos, como “territorios ocupados” o “enclaves”, son incorrectos jurídicamente. En su lugar, es crucial hablar de “ciudades autónomas” o “ciudades europeas en África", destacando su pertenencia a la Unión Europea (UE)”, apunta el autor, para quien la clave de la nueva narrativa radica en posicionar a las ciudades como ejemplos de democracia, derechos humanos y Estado de Derecho. Melilla y Ceuta son, así, territorios que reflejan los valores fundamentales de Europa, garantizando un espacio de “seguridad democrática” donde se protegen los derechos humanos y la igualdad. Esto revaloriza su pertenencia a la UE y su función como modelos de convivencia multicultural.
Además, al ser fronteras exteriores del espacio Schengen, enfrentan desafíos relacionados con migración, especialmente a través de los vallados. En este sentido, según Del Valle, la cooperación con Marruecos es crucial para gestionar estos flujos migratorios de manera respetuosa con los derechos humanos. A nivel económico, agrega, la apertura de las aduanas comerciales podría fortalecer los lazos con Marruecos, aunque persisten tensiones en la relación fronteriza.
Por todo ello, e insistiendo en lo mencionado anteriormente en el análisis de Alejandro del Valle, un posible estatuto especial para estas ciudades dentro de la UE podría mejorar su integración económica y política y consolidar así su rol como espacios de seguridad democrática en el Mediterráneo sur.
Un interés que viene de lejos
Cabe recordar que Del Valle elaboró en 2022 un informe para el Observatorio de Ceuta y Melilla titulado ‘La consolidación europea de Ceuta, Melilla y los otros territorios españoles en el norte de África’, y que posteriormente escribió un libro donde pudo, siguiendo los capítulos de ese informe, desarrollar mucho más los contenidos y ampliarlos a otros asuntos en esa invitación del Observatorio a profundizar esas reflexiones en otras plataformas y en otros círculos.