La Confederación General del Trabajo (CGT) ha convocado para este miércoles, a partir de las 11 horas, lo que han denominado “una marcha cangrejo a paso de tortuga” desde la Delegación del Gobierno hasta la entrada en la Avenida Juan Carlos I Rey. En ella, los trabajadores del centro de menores de La Purísima irán caminando hacia atrás lentamente, “a tope de silbatos, simulando la situación en la que se encuentran”, según ha indicado el secretario de Organización del sindicato para Andalucía, Ceuta y Melilla, Miguel Montenegro.
Con la autorización de la Delegación del Gobierno ya recibida, la exigencia, según Montenegro, el fin de “la supuesta prórroga de emergencia” que la Ciudad Autónoma ha concedido a Arquisocial para gestionar el centro y que este pase a depender directamente de la Administración local. En otras palabras, lo que se reclamará será la municipalización del servicio.
Montenegro confía en que “la marcha sea un éxito y la Ciudad –de la que depende el centro de menores– reciba el mensaje de hartazgo de la plantilla”. “Basta de poner má parches como pueden ser nuevas licitaciones después de tres que han quedado desiertas”, añadió.
Cuando el dirigente sincical se refiere a la “supuesta prórroga de emergencia”, lo hace porque, a pesar de que han pedido información a Transparencia, no se les ha proporcionado y lo único que tiene claro es que el contrato de Arquisocial está “más que vencido”.
Montenegro advierte de que lo que suceda con las prórrogas de emergencia va a influir directamente en si las sentencias que que ha dictado el Juzgado de Lo Social número 1 se pueden ejecutar o no.
El dirigente sindical ha aclarado que, aunque a los trabajadores se les están abonando las nóminas de manera puntual, no se les está pagando la actualización salarial recogida en el cuarto convenio estatal referente a los centros de menores y tampoco el plus de residencia. Para Montenegro, esto es algo especialmente grave, dado que la mayoría de los 137 trabajadores del centro “a duras penas superan el salario mínimo interprofesional”.
El representante de la CGT considera que la Ciudad Autónoma no está poniendo a los menores en el centro de atención y que su actitud “está dejando bastante que desear, ya que se están primando unos intereses –los de Arquisocial– más allá de los de los menores y los trabajadores, que son los encargados de velar por su seguridad, por su formación y por su estabilidad”.