La empresa Talher ha organizado este verano la campaña de concienciación, Stop colillas. A través del reparto de ceniceros en diferentes stands a los bañistas, esta iniciativa busca mantener la limpieza en la costa local.
Esta campaña cuenta con la colaboración de la Consejería de Medio Ambiente y Naturaleza y se ha propuesto repartir más de 1.500 ceniceros a los bañistas durante varias jornadas de este verano.
Precisamente, este domingo, la Consejería de Medio Ambiente instaló un puesto sobre la concienciación acerca de la recogida de colillas en las playas de Los Cárabos y El Hipódromo.
En estas playas se instaló un punto de información para repartir unos cucuruchos, a modo de cenicero, en el que tirar los restos del cigarrillo y, así, no contaminar los arenales melillenses.
Candela, una de las monitoras de la actividad, nos habló sobre el objetivo de este proyecto puesto en marcha por el Gobierno de Melilla: “cada fin de semana de agosto, incluido el día 15, nos acercamos hasta una playa diferente para sensibilizar acerca de la cantidad de colillas que se encuentran en la arena”.
Además, para motivar a los ciudadanos, desde la Consejería de Medio Ambiente entregarán un pequeño detalle a aquellas personas que devuelvan el cenicero lleno de colillas. “En menos de media hora una mujer nos ha traído un cucurucho lleno. A cambio, le regalamos una bolsa reciclable, un bolígrafo, o una caja de lápices de colores. No cuesta nada tirarlo aquí y muchas personas se han acercado, interesadas en que les demos un cenicero, ya que, anteriormente, había fumadores que tiraban las cenizas dentro de las latas, por ejemplo, y así es mucho más cómodo”.
Respecto a la edad de las personas que entregan las colillas, Candela nos informa que no hay una edad concreta, pero le sorprende que “a veces incluso viene algún niño con colillas para que la tiremos, lo que se traduce en la importancia de enseñar desde edades muy tempranas la importancia de respetar nuestro entorno”.
El próximo domingo, 25 de agosto, el puesto de reciclaje se trasladará hasta la playa de La Hípica, en horario de 10:30 a 14:30 horas.
4.500 millones de colillas
Cada año, se arrojan cerca de 4.500 mil millones de colillas de cigarrillos en el suelo en todo el mundo.
Este gesto común para muchas personas está cargado de consecuencias. Con el viento o la lluvia, las colillas de cigarrillos son arrastradas hacia los desagües o cursos de agua antes de terminar en el océano.
La nicotina de una colilla de cigarrillo puede esparcirse en solo 24 horas y contaminar hasta 1.000 litros de agua. Esta contaminación a gran escala tiene consecuencias para la vida marina, ya que se encuentra con un verdadero cóctel de componentes químicos.
Se trata de cifras muy preocupantes debido al alto carácter contaminante de este tipo de residuo. Y es que las colillas tienen un doble impacto contaminante: por un lado, la contaminación por plásticos, ya que los filtros están compuestos de acetato de celulosa. Cuando llegan al océano, se degradan en micro y nano partículas de plástico que ya no podrán recogerse.
En segundo lugar hay que hablar de la contaminación química. Una vez consumido el cigarrillo, el filtro libera más de 7.000 sustancias tóxicas, tales como arsénico, mercurio, amoníaco, plomo y nicotina.
Cuando las colillas llegan al océano, tienen un impacto directo en los ecosistemas marinos. Perjudican a la fauna y la flora, envenenando los ecosistemas marinos.
Estos contaminantes pueden inhibir el crecimiento de las plantas marinas y liberar suficientes toxinas para causar una tasa de mortalidad del 50% en los peces en 96 horas. También se encuentran en el 70% de las aves marinas.
Dos veces he querido publicar en esta patética medida y no me la publicáis para que ponéis que podamos comentar la noticia y luego no la publicáis
Cuando todas las medidas políticas y sanitarias van dirigidas a no fumar y crear espacios sin humos viene un lumbreras y regala ceniceros para los fumadores. Patético
Cuando todas las medidas sanitarias y políticas van en reducir el número de fumadores y crear espacios sin humo a los políticos de Melilla se les ocurre regalar ceniceros para que la gente fume en la playa. Patético