“El hambre no tiene vacaciones”. Así de rotundo habla el presidente del Banco de Alimentos en Melilla, Pedro Paredes, quien adelanta que los próximos días 24 y 25 de este mes más de 100 voluntarios estarán recogiendo alimentos en siete supermercados de la ciudad: “Se trata de una campaña de primavera que se organiza en los 54 Bancos de Alimentos de España. El motivo es claro. Los precios de los alimentos siguen subiendo y muchas familias precisan nuestra ayuda porque no llegan a final de mes. Además, estamos desbordados con las derivaciones, tanto de la Administración Pública como de los centros de servicios sociales de la ciudad y de los centros educativos de violencia de género. Entonces se hace necesario acudir e instar a la solidaridad y empatía de todos los melillenses para afrontar estos meses de primavera y sobre todo los meses de verano porque el hambre no tiene vacaciones”.
Cerca de 120 voluntarios estarán presentes en siete supermercados, que se han adherido a la campaña, para recoger alimentos: “Los voluntarios estarán en varios turnos: la mañana del viernes, la tarde del viernes, la mañana del sábado y la tarde del sábado. Habrá dos clases de donación, la física y la económica a través de los tickets de caja. Es decir, cuando un cliente va a pagar su compra le dice a la cajera: “yo aporto x dinero para el Banco de Alimentos". Posteriormente, la cantidad recaudada sirve para entregar vales que se canjean por alimentos”.
Respecto a los productos que más precisan en estos momentos, Paredes comenta que: “Lo que sucede en el Banco de Alimentos es sorprendente porque hemos recibido varias donaciones de la Fundación Amancio Ortega y, por lo tanto, aceite y leche tenemos suficiente para abastecer los próximos meses, pero lo que precisamos verdaderamente son legumbres, pastas, conservas de pescado, galletas y alimentos infantiles”.
Desde esta entidad trabajan también en la captación de voluntarios: “Se están apuntando muchas personas, pero siempre son necesarios más voluntarios, ya que el sábado por la tarde siempre nos cuesta cubrirlo. La importancia de esta recogida de alimentos radica en que tenemos que afrontar los meses de verano y estamos preocupados porque las ayudas que nos llegaban desde el Fondo Europeo para las personas más desfavorecidas desaparecieron. Ahora, es el Ministerio de Derechos Sociales el que se hace cargo de estas ayudas, a través de la entrega de tarjetas, pero hasta la fecha no se han puesto a disposición. El pasado año en mayo teníamos 70 toneladas de alimentos y ahora todavía no se han repartido esos vales de ayuda. Todo ello hace que muchas familias se hayan quedado fuera y no estén recibiendo nada a causa de este retraso. Esta situación revierte en que lo estemos pasando mal, pero en todos los Bancos de Alimentos nacionales, no sólo en Melilla”.
Todos y cada uno de estos motivos convierten la campaña de primavera en algo similar a la que se celebra a final de año porque la demanda de alimentos es enorme.
El presidente del Banco de Alimentos en Melilla confía plenamente en la solidaridad de los ciudadanos: “Esta ciudad es muy solidaria como así quedó demostrado durante la pandemia. Somos la madre de la solidaridad. Espero que los melillenses entiendan que hay muchos vecinos que lo están pasando muy mal”.
En la campaña de final de año, el Banco de Alimentos recaudó 14 toneladas de comestibles y “ahora me conformo con 78 mil kilos para que podamos cubrir los meses estivales y no dejar a nadie atrás. Sería un gran éxito y estoy convencido de que lo lograremos”.
Así que ya lo saben. Los días 24 y 25 de mayo tenemos una cita con la solidaridad.