García Margallo: “Es sorprendente que el partido sobre el que recaen más sospechas sea el que quiera anular las elecciones"

Hablar sobre política con José Manuel García Margallo es hablar de política en mayúsculas. Si además la conversación se centra en Melilla, se vuelve privilegio. Y es que el actual diputado del Parlamento Europeo ha tenido una dilatada carrera que le permite observar la actual situación de nuestra ciudad con los ojos de la experiencia y el análisis instantáneo del que lleva décadas toreando en la política internacional.

Y es que, para el lector más desorientado, hay que recordar que García Margallo fue diputado por Melilla en dos ocasiones, ya que en 1977 y 1979 encabezó la candidatura de Unión del Centro Democrático (UCD). Así mismo, fue nombrado ministro de Asuntos Exteriores en el año 2011. Sirva este breve currículum como argumento de peso de que el actual eurodiputado conoce de sobra la idiosincrasia de Melilla y es voz más que autorizada para opinar sobre la tormenta electoral que vive la ciudad autónoma estos días, protagonizada, principalmente, por la polémica del voto por correo.

Hemos conversado en ‘El Faro de Melilla’ con el eurodiputado sobre esta situación electoral, tristemente común en los comicios de los últimos años, pero ajena, como fenómeno endémico, a la realidad política que vivió el propio García Margallo durante sus años como diputado por Melilla. Con el tono de prudencia que da la experiencia (y el hecho de que hay una investigación en marcha), García Margallo nos ofrece su visión sobre los comicios melillenses.

Estamos viviendo una campaña política, cuanto menos, peculiar, a causa de toda la polémica del voto por correo. ¿Qué visión tiene sobre el panorama político en Melilla en estos momentos? En concreto, sobre esa presunta trama de compra de votos que hasta el momento se ha traducido en una serie de detenciones en el marco de la investigación.

Siempre hay que proceder con cautela al pronunciarse sobre este tema, ya que los hechos están bajo investigación. Lo que sí parece es que ha habido una compra masiva de votos por correo, de la que es responsable el partido de Mustafa Aberchán, Coalición por Melilla (CpM). Parece que la investigación tiene un fundamento bastante verosímil, pero hay que esperar a que todo se confirme.

En este sentido, ya ha sido cesado un consejero (en alusión al cese de Mohamed Ahmed Al-Lal como consejero de Distritos, Juventud y Participación Ciudadana, al que la Policía detuvo como presunto implicado en la trama de compra de votos por correo). También se han roto lazos entre CpM y Compromís (coalición política aliada del partido cepemista en el Acuerdo del Turia) a causa de esta situación.

Como bien dice, la investigación se encuentra bajo desarrollo, aunque hay novedades al respecto de manera continua a causa de la cercanía de los comicios, que se celebran este domingo. Dentro de esa prudencia, ¿ve indicios sólidos en las pesquisas que está llevando a cabo la Policía?

Además de todo lo dicho, hay elementos que aportan más verosimilitud a la investigación, y es la existencia de precedentes. Hay una sentencia en la Audiencia Nacional de 2018 y confirmada por el Supremo en 2021 en la que se condenó a Aberchán y a Dionisio Muñoz (este último, perteneciente al PSOE) por la compra de votos por correo en 2008. Por otro lado, cuando Juan José Imbroda se puso en contacto con la senadora de Melilla, del PSOE, para hablar sobre el voto por correo, obtuvo el silencio por respuesta. En concreto, se solicitaba la modificación de la ley orgánica para que el voto por correo se realizase previa presentación de un documento de identidad. Todo esto resulta extremadamente grave.

Dentro de la prudencia que exige la situación, existe la sospecha de que Marruecos puede tener algo que ver en la compra de votos en Melilla. ¿El país vecino tiene intenciones de influir en los comicios melillenses? Hay voces que así lo apuntan, aunque hoy mismo el portavoz del Gobierno marroquí, Mustafá Baitas, ha expresado su respeto a la soberanía de España sobre la ciudad autónoma.

Como ex ministro de Asuntos Exteriores no voy a emitir ninguna opinión hasta que no existan unos hechos acreditados sobre estas informaciones. Hay que ser prudente y esperar para dar una opinión fundada.

La polémica del voto por correo parece endémica en la ciudad autónoma, pero lo cierto es que este tipo de situaciones no se daban durante su etapa política en Melilla. ¿Qué ha cambiado al respecto?

Las elecciones en las que yo participé en Melilla fueron completamente transparentes y no se produjo ninguna queja ni reclamación. La situación se ha enturbiado con el paso de los años, pues hay que recordar que en el 2008 ya que se produjo una compra de votos por correo para favorecer a CpM y PSOE, que se presentaron unidos al Senado.

En 2015 y 2019 ya hubo asaltos a los funcionarios de correos y, en la actualidad, estamos asistiendo a la multiplicación evangélica de los panes y los peces con este tipo de votos en determinados barrios de Melilla (en este sentido, hay que recordar que esta modalidad de sufragio se ha triplicado con respecto a los últimos comicios, alcanzado hasta el momento unos 11,002 votos, el 20% del censo electoral de Melilla y casi un tercio de los escaños a repartir en la Asamblea local el próximo domingo). Esta situación no tiene nada que ver con la que yo viví en los procesos electorales a los que me presenté.

¿Cree que existe riesgo de que se invaliden las elecciones? CpM anunció esta semana que impugnará los comicios, independientemente del resultado, después de que la Junta Electoral de Zona haya desestimado su petición de rechazar los 700 votos por correo presentados antes de exigir el DNI. La situación puede resultar paradójica, dado que las investigaciones apuntan precisamente a integrantes de CpM como presuntos autores de esta compra de votos.

Es sorprendente que el partido sobre el que recaen más sospechas y que tiene antecedentes más llamativos sea que quiera anular las elecciones. A los mejor su intención es precisamente que los comicios se anulen, no lo sé. El razonamiento de CpM de impugnar las elecciones supera con mucho la lógica aristotélica.