Numerosos alumnos de la ciudad reciben por las tardes refuerzo escolar gracias a un proyecto organizado por la ONG Save the Children.
El viceconsejero del Menor, Abderrahim Mohamed Hammu, visitó una de las clases de refuerzo del instituto Rusadir que reciben alumnos del propio centro de primero y segundo de la E.S.O. El viceconsejero explicó que el refuerzo estaba principalmente dirigido a alumnos cuyas familias se encuentran en una situación de vulnerabilidad. También explicó que se subvencionó con el IRPF el proyecto de Save the Children por la trayectoria de la entidad y “la practicidad de dicho programa”, donde se trabaja los derechos de los niños, el aspecto educativo, social o lúdico, según explicó Hammu.
Irene Muñoz de la Nava, coordinadora de Save the Children Melilla, explicó que esta actividad lleva desarrollándose en Melilla desde 2016. Este año llevaron el proyecto a cuatro centros en total, gracias a la colaboración del Ministerio de Educación y a los propios centros, expresó Muñoz de la Nava, pues no solo ceden sus instalaciones, sino que “ofrecen una colaboración muy activa”. También contó que este proyecto se diseñó para adecuarlo a las necesidades de cada estudiante, ofreciéndoles prácticamente “una atención prácticamente idividualizada”.
Por lo tanto, estas están dirigidas al refuerzo educativo curricular, a la inmersión lingüística, a un ocio educativo y talleres con un foco psico-social, no solo a los menores que pertenecen a familias más vulnerables, sino también a los menores extranjeros.
Por su lado, el director del centro, Miguel Ángel López, aseguró que están muy satisfechos con este programa e informó que de su instituto son 40 alumnos y que “resultados son estupendos” porque ayuda a la integración.