Cerveceros de España asegura que Melilla es la cuarta autonomía en la que más crecieron las ventas de cerveza a finales de 2013, pero los hosteleros tienen sus dudas.
Las cifras que baraja Cerveceros de España apuntan a que en el último trimestre del año pasado aumentaron las ventas de cerveza en Melilla. SEgún sus informes, la ciudad sería la cuarta autonomía, por detrás de Andalucía, Extremadura y Ceuta, en la que más creció el consumo de cañas, botellines y litronas. Sin embargo, a los hosteleros locales no les salen los números.
Hassan Amaruch, presidente del sector de la Hostelería en Melilla, cree que estos datos responden al comercio atípico con Marruecos y no reflejan la caída que ha registrado el consumo de cerveza en los bares y restaurantes de la ciudad. “Puede ser que la cerveza salga por la frontera”, señaló.
El presidente de los hosteleros melillenses recordó además que en los años 80 y 90, “cuando había soldados y turismo en Melilla”, los bares y restaurantes llegaban a gastar hasta 18 barriles de cerveza en un fin de semana. “Ahora, dos o tres, como mucho”, lamentó.
El consumo de cerveza en la ciudad ha bajado, añade Amaruch, no sólo por la crisis que ha mermado los bolsillos de los melillenses sino también por las costumbres. “Últimamente mucha gente prefiere tomar la tapa con agua o refrescos. El agua se vende mucho entre semana. En fin de semana el cliente prefiere alcohol, aunque estamos notando que prioriza la comida a la bebida”, insistió.
Los tiempos en los que un grupo de amigos se pedía jarras de cerveza en el bar han pasado a la historia. “Siguen viniendo en grupo, pero no es como antes: Van caña a caña. Se piden un par de cervezas y cambian a otra cosa, casi siempre agua, para no dar positivo en los controles de alcoholemia”, apunta Amaruch.
El presidente de los hosteleros admite que para el sector las cañas resultan cada vez menos rentables. “Nos salen más económicas las litronas, pero se venden menos porque no tienen buena presencia”.
A un hostelero el barril de cerveza le cuesta 87 euros y la caña se vende con tapa de media a 2 euros. “Sale muy cara la caña”, insistió.
El Ramadán de por medio
La Hostelería en Melilla se ha hecho ya a la idea de que este mes será especialmente flojo por la celebración del mes sagrado del Ramadán en el que los musulmanes de la ciudad se abstienen de consumir de día. Pesa, además, el inicio de las vacaciones de verano, que la mayoría de funcionarios aprovecha para marcharse de Melilla.
“Las ventas están flojas por el Ramadán y las vacaciones. Dos cosas juntas se notan mucho. No nos quejamos sólo nosotros. El comercio también ha notado que la gente no sale de rebajas”, subraya Hassan Amaruch.
Mucho paro y poca cerveza
Los economistas han interpretado como un signo de recuperación el informe difundido ayer por Cerveceros de España, que apunta a que por primera vez desde que empezó la crisis ha aumentado en nuestro país la venta de cerveza.
Sin embargo, esta teoría también hace aguas en Melilla. La ciudad inició 2014 con 12.576 parados, 380 más que en diciembre de 2013. A partir de entonces, las cifras de desempleo se han mantenido estables dentro de la gravedad. Ayer se conocieron los datos del mes pasado: El paro bajó en todas las autonomías, salvo en Melilla, donde se registraron 13.419 trabajadores en paro. Así cuesta más levantar el codo.
Moteros recorrerán todo el país para ‘vender’ la ‘SIN’
Un grupo de moteros visitará cientos de bares de toda España para invitar a los conductores a cervezas sin alcohol, con la finalidad de concienciarlos sobre la incompatibilidad entre alcohol y conducción. Esta iniciativa forma parte de XIV campaña cerveza ‘SIN’ de Cerveceros de España en colaboración con la Dirección General de Tráfico (DGT) para llegar de forma más directa a los conductores en general y a los de motocicletas en particular.
Los moteros, que harán parada en pueblos y ciudades, recorrerán durante julio más de 5.500 kilómetros a lo largo de 30 provincias para recordar que “la cerveza ‘sin’ es una opción segura al volante”. Según Cerveceros, más de un 37% de los conductores españoles se inclina por cervezas sin alcohol.