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“Expresar un sentimiento mientras cuidas a un ser amado, es la forma de sacar aquello que te duele.”
Soy una persona como tú, pero de pronto… no recuerdo mi nombre. Me siento… te miro, deseo decirte tantas cosas, pero las palabras no salen de mi boca. Esto me enfada y me hace ponerme de mal humor.
Las memorias de mi vida, van y vienen en un mar tempestuoso dentro de mi cabeza. Siento miedo y dolor al entender que mi realidad se escapa, y no logro mantenerme en ella. Así, llega la tristeza a mi corazón y sólo ves que las lágrimas corren por mis mejillas y me quedo dentro de mí, me siento perdido.
En mi interior, pienso cómo explicarte que me siento en una cárcel, no puedo salir de ahí, mis pies pesan, no logro avanzar, por momentos sé quién eres, y donde estoy, pero sin darme cuenta una vez más, me pierdo dentro de una oscuridad que me envuelve y me quedo quieta.
Los días no tienen principio ni fin, las estaciones transcurren y viene a mí la remembranza de cuánto amaba la primavera!!!… cuando el jardín se vestía de colores, con aquella flor que tanto me gustaba. Sin embargo, su nombre no está ya más en mi memoria.
Intento comprender tu silencio, tus enojos, tu frustración, y considero como te cuesta asimilar el porqué debes ser quien ahora cuide de mí; entiendo que nunca imaginaste verme así, sin rumbo.
Mi comportamiento no debe ser el adecuado, por momentos, después de un disgusto, lamento todo este tormento, y entiendo que me dijeses aquella vez que parase, y ahora, logro saber que mi actuar era el equivocado, aunque no era yo, era la enfermedad..… olvido lo sucedido de pronto y vuelvo a mi prisión. Sigue a mi lado.. y no me regañes.
Los colores de la vida cambian de un día para otro, me encuentro en un lapso rodeada de personas y tú a veces me dices que no existen, me cuesta discernir lo que es real y lo que mi mente me deja ver, la aflicción que siente mi alma en esas situaciones es agobiante. Déjame soñar y vivir mis recuerdos aunque los acabe de inventar. Mírame, soy yo aunque mi mente esté en otro lugar.
Yo también pido 5 minutos. Quisiera una oportunidad en medio de todo esto para conversar contigo, saber quién fui, qué hice, si en esta vida tuve la ocasión de brindar amor, si mis manos sirvieron de sostén a alguien cuando necesitó ser ayudado, o mis brazos fueron de amparo para un corazón roto; me quedaría la satisfacción de que mi paso por el mundo fue de provecho: cuéntame, hijo mío la historia de mi vida, ayúdame a recordar, necesito que tú te transformes en las columnas para mi mente que se resquebraja y desmorona cada día un poco más.
En el momento que te acercas y suavemente besas mi frente, te contemplo, y a veces logro con esfuerzo sonreír. Es como decirte “Hola cariño” y en ocasiones, cuando envuelves mi mano entre las tuyas y siento tu amor, anhelo poder decirte lo mucho que significa para mi que permanezcas a mi lado… Te quiero.
Necesito que me ames a pesar de todo…
Y de pronto llega a mí tu dulce voz, y me llamas mamá…y sé que es mi nombre.
✠ Tj ✠