Sory Rodríguez (Melilla, 1982) pide que quede claro "ante todo" que su segundo apellido es Santiago. En el mundo laboral desde que tenía 12 años, desde hace 24 trabaja en la peluquería Antonio, en la calle Padre Lerchundi. Ahora es suya, pero no ha querido cambiarle el nombre en honor a quien fue su jefe durante tanto tiempo. Una persona a la que estará eternamente agradecido.
-¿Cómo le va la vida?
-Me va muy bien. Trabajando desde los 12 años, que es lo que le hace falta a más de uno hoy en día.
-¿Cuánto lleva en la peluquería?
-Llevo aquí ya 24 años.
-¿Por qué se llama Antonio?
-Por mi jefe, que la fundó en 1963. Era una gran persona y me enseñó a pelar. Gracias a él, estoy hoy día aquí. Ahora la peluquería es mía y he conservado el nombre, porque Antonio se lo merecía. Era un gran profesional y me dio el oficio que es el que ahora sé.
-¿Qué es lo que más y lo que menos le gusta de su trabajo?
-De mi trabajo me gusta todo. Lo que menos, que echo muchas horas, pero no queda otra.
-¿Puede contar alguna anécdota que le haya sucedido en la peluquería?
-Entra gente de todo tipo: buena y mala. Una vez vino un hombre que estaba calvo y me dijo que lo pelara con la raya al lado.
-¿A qué lado?
-Le daba igual, jajaja.
-¿Y qué lo más curioso, o extraño, que le ha sucedido en la vida?
-Salí a bailar en el freestyle, que fui un artista en la plaza de toros. Un grande. La gente me ovacionaba. Me ganó ‘El Walli’, pero por poco.
-¿Cuáles son sus próximos retos?
-Seguir trabajando y mantener a mi familia.
-¿Cómo ve el futuro de Melilla?
-Se ve un poquito oscuro, la verdad, sobre todo el centro con lo que han hecho, que han quitado todos los aparcamientos y se están cargando la zona.
-¿Cuál es su expresión melillense favorita?
-“Vamos a dar un rule, hermano”. Lo típico.
-¿Y su lugar favorito de Melilla?
-La peluquería, porque es donde estoy metido todo el día.
-Explique su filosofía de vida…
-Trabajar, mantener a mi familia y divertirme con mis amigos.
-Diga un lugar al que le gustaría viajar.
-Al Caribe, pero solo.
-¿Viajaría al futuro?
-No, no, no. No quiero descubrir nada. Lo que te traiga la vida.
-¿En qué época histórica le habría gustado vivir?
-En la que estoy, no. En la de Franco, cuando la gente iba recta, no como ahora. Hoy en día la gente va como le da la gana y eso no puede ser.
-¿Usa mucho las redes sociales?
-Poquito, poquito.
-¿Cuál es su color favorito?
-Hombre… Mi color favorito es el rojo, pero ahora mismo el rojo no es lo mejor, porque no veas Pedro Sánchez… Es mi color, puntualizo.
-¿Qué música suele escuchar?
-¿Qué le vas a preguntar a un gitano? Pues flamenco. Me gustan mucho Camarón o Los Chichos. Ésos son los míticos. Los Chichos son de toda la vida.
-¿Cuál es su comida favorita?
-Un buen sandwich completo, que lleve de todo. Un revuelto.
-¿Y la bebida?
-La Coca Cola, porque la cerveza me deja un poco atontado y yo tengo que estar aquí despierto para currar.
-¿Cuál es su época del año favorita?
-El verano, no, porque lo paso igual que el invierno: currando. Me da igual. Digamos que el año entero. Al final, mi vida se resume en trabajar.
-¿A qué dedica el tiempo libre?
-Intento dedicárselo a mi familia y muchas veces me voy con amigos y echamos un ‘rule’ por La Hípica o los pinos.
-¿Qué prenda de ropa no falta en su armario?
-Lo típico en Melilla: un chándal.
-¿Tiene miedo a algo?
-A Dios nada más. A lo demás no hay que tenerle miedo, porque, si tú vas bien por la vida, nadie tiene por qué molestarte.
-¿Cuál es el mejor consejo que le han dado?
-Me lo dio una persona a la que quiero mucho, que es mi jefe Antonio, que falleció hace cuatro semanas. Siempre me lo ha remarcado, más que mi padre: que trabaje, que sea buena persona y que sea honrado y así la vida me irá bien. Y yo le he hecho caso a ese consejo y no me va tan mal.
-¿Y el mejor consejo que ha dado usted?
-Pues ese consejo lo doy a diario, sobre todo a mis hijos.
-Para terminar, ¿me podría decir cuáles son su mejor y su peor recuerdo en la vida?
-Mi mejor recuerdo es cuando fui padre, y tengo dos hijos. Mi peor recuerdo es muy reciente y es cuando falleció mi jefe hace cuatro semanas. Para mí, era alguien muy importante. Ha sido un pilar fundamental en mi vida mi jefe y ha sido, sobre todo, mi referente. Porque repito que, si tengo algo, es gracias a él, sinceramente.