Caridad Navarro, de CCOO, cree que la Administración quiere “desmantelar” la labor sindical. Hoy se negocian las liberaciones.
a eliminación de los liberados sindicales, aprobada en julio pasado y que entró en vigor a principios de este mes, ha obligado a los representantes de los trabajadores de la ciudad a hacer un sobreesfuerzo.
Si antes podían dedicarle todo su tiempo a las labores sindicales, ahora tienen que repartirse entre su trabajo, el sindicato y la familia. Y les faltan horas.
Por eso los sindicatos han estado negociando con la Administración del Estado y hoy está previsto que se llegue a un acuerdo.
En principio, según adelantó a El Faro, Javier Valenzuela, secretario de Acción Sindical de la Unión General de Trabajadores en Melilla, hay un preacuerdo firmado que rebaja el número de liberados. La noticia positiva es que ese preacuerdo existe.
Pero que exista y que llegue a buen puerto no quiere decir que la Ciudad Autónoma esté obligada a acatarlo en todos sus términos, aclara Valenzuela, que ha estado al tanto de las negociaciones que está llevando a cabo la mesa de la Función Pública.
Lo que sí avanzó a este periódico antes de que se firme el acuerdo es que si llega a firmarse, UGT pedirá una reunión con la Ciudad para negociar.
Hasta ahora UGT tenía tres liberados en el Ayuntamiento “que ya no están” y en Administraciones Públicas tenía otros cuatro que tampoco continúan.
No habrá más liberados
Paco López, secretario general de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO, también al tanto de la negociación de los liberados sindicales, dijo ayer a El Faro que hay serias probabilidades de que no haya más liberados sindicales. “Parece que seguiremos funcionando con bolsas de horas, pero no puedo asegurarlo al 100%”.
En esa situación está Caridad Navarro, la secretaria general de CCOO en Melilla, que desde el 1 de este mes se ha incorporado por las mañanas a su puesto de trabajo de profesora en un instituto de enseñanza secundaria.
Con la entrada en vigor del real decreto ley de julio que reduce créditos y permisos sindicales, los representantes de los trabajadores (delegados de Personal y delegados sindicales) disponen ahora de un número determinado de horas.
Por ejemplo, en Melilla hay 1.200 trabajadores de la Enseñanza y a cada delegado de Personal (también a cada delegado sindical) le corresponden 40 horas. Un delegado de Personal puede trasvasar horas a otro de delegado de Personal pero no puede aceptar horas cedidas por un delegado sindical.
De esta licencia se ha beneficiado Caridad Navarro que tiene sus 40 horas, más otras 20 que le ha cedido una compañera.
Así, Navarro está por las mañanas dando clases en un instituto de secundaria y por las tardes se encarga de las labores sindicales.
Aparte de los delegados de Personal o delegados sindicales están las liberaciones sindicales de las instituciones que hasta antes de la entrada en vigor del real decreto se fijaban mediante un acuerdo entre las administraciones y los sindicatos.
Caridad Navarro disponía de una de estas liberaciones institucionales. Según explicó ayer a El Faro, si se llega a un acuerdo hoy entre Administración y sindicatos a nivel nacional “siempre será menor de lo que teníamos”.
Para Caridad Navarro está claro que “la Administración quiere desmantelar los sindicatos, pero no lo va a conseguir. Incluso trabajando sólo con las bolsas de horas, hemos convocado una huelga general para el próximo 14 de noviembre. A pesar de todo, seguiremos estando ahí”, comentó ayer la líder de Comisiones Obreras a El Faro.
No se tocaba desde el año 1985
En 2009 los sindicatos se sentaron a negociar el cupo de liberados sindicales con la entonces vicepresidenta del Gobierno de Zapatero, María Teresa Fernández de la Vega. Pero aquello quedó en agua de borrajas hasta que en julio pasado, a raíz de la aprobación del real decreto que recorta créditos y permisos sindicales, se convocó la mesa de negociación para actualizar un acuerdo que no se tocaba desde 1985 y que afecta sólo a la representación sindical en la Administración del Estado. Las conversaciones y reuniones de los últimos días parece que están dando frutos y el Gobierno ultima el acuerdo con los sindicatos mayoritarios (CCOO, UGT y CSIF) y los minoritarios (USO, CGT Cataluña, FEDECA, CIGA y USO).
Caridad Navarro: “Tengo que echar más horas y no termino nunca de trabajar”
Desde primeros de mes, Caridad Navarro, la secretaria general de Comisiones Obreras en Melilla, tiene que combinar su trabajo de profesora en un instituto de enseñanza secundaria con su liderazgo al frente de CCOO.
Ya no es una “liberada sindical” y tiene que dar clases por las mañanas en el IES y por las tardes se va al sindicato a echar horas. Los domingos, que antes aprovechaba para leer o disfrutar de la familia, los dedica ahora a preparar exámenes de sus alumnos o a organizar reuniones.
“A nivel familiar voy bastante más agobiada. Tengo que echar más horas y mi familia lo entiende porque sabe cuál es mi compromiso. Pero la verdad es que no termino nunca. Cuando tienes un momento libre no te dan ganas de hacer cosas diferentes porque sólo piensas que no tienes tiempo ni para respirar”. Aún así, ella saca adelante su día a día. “Con voluntad lo hago porque sé la situación que está viviendo este país. Tal y como están las cosas, no voy a dejar el sindicato ahora”, dijo.
La líder de CCOO en la ciudad deja claro que no va a tirar la toalla. “Este mandato lo tengo hasta enero. Después ya veré. De aquí a enero pueden pasar muchas cosas”, apuntó a El Faro.
Este periódico también se puso en contacto ayer con el número uno de la Unión General de Trabajadores en Melilla, Alonso Díaz, pero éste rehusó hacer declaraciones porque estaba con su familia, disfrutando de los pocos momentos que tiene para dedicarle a los suyos.
A pesar de todo los sindicatos llaman a la huelga
“Si hubiera estado liberada habría ido el viernes al Consejo Confederal de CCOO en el que se confirmó la convocatoria de la huelga general, pero tuve que ir a trabajar al instituto”, explicó ayer a El Faro Caridad Navarro, líder de Comisiones Obreras en Melilla, afectada desde el pasado 1 de este mes por la aplicación del real decreto que en julio eliminó la figura del liberado sindical en las administraciones públicas.
Como ella, todos los sindicalistas de la ciudad tienen que repartir ahora su tiempo entre las labores sindicales y el empleo que tenían antes de dedicarse en exclusividad a representar a los trabajadores.
Pese a este sobreesfuerzo que tienen que hacer han convocado una huelga general para el próximo 14 de noviembre.
La convocatoria se hace para protestar contra el paro, los recortes, el empobrecimiento de la mayoría de la población y el deterioro de los servicios públicos en España, según la convocatoria de CCOO.
Con esta huelga general los sindicatos mayoritarios (UGT y CCOO) quieren enviar un mensaje contra las políticas de austeridad del Gobierno central, que para los representantes de los trabajadores, están hundiendo el país en la recesión y el desempleo.