Este jueves, en una visita cargada de reconocimiento, la viceconsejera de Igualdad, Fadwa Abdelhadj, ha acudido al centro de las Hermanas de María Inmaculada, donde ha agradecido personalmente la "enorme e incalculable labor socioeducativa" que llevan a cabo con mujeres en situación de especial vulnerabilidad y sus hijos. "No solamente trabajan con las mujeres, sino también con sus hijos, acompañándolos desde edades muy tempranas", destacó Abdelhadj.
El encuentro, previsto desde hace dos semanas, ha coincidido con la reciente noticia de una donación significativa por parte de la comunidad de Alicante a esta misma orden religiosa, aunque la viceconsejera ha subrayado que la visita "no tiene nada que ver con la donación que tuvo lugar el pasado miércoles".
Apoyo a la conciliación a través del Plan Corresponsables
Durante la visita, la viceconsejera ha recorrido las instalaciones del centro y ha conocido de primera mano el funcionamiento del recurso de conciliación destinado a niños de 0 a 3 años, financiado a través del Plan Corresponsables. Este servicio, que cuenta con aproximadamente 30 plazas, permite a muchas mujeres asistir a formaciones mientras sus hijos están cuidados.
"Las mujeres están más tranquilas, se sienten más relajadas y pueden formarse en corte y confección, una actividad que no solo les da habilidades prácticas, sino que también mejora su autoestima", explicó la viceconsejera.
Muchas de estas mujeres ya empiezan a generar pequeños ingresos con su trabajo, lo que les ayuda a recuperar autonomía personal y económica.
Nuevas medidas contra la brecha digital
Uno de los temas centrales de la visita ha sido la detección de la brecha digital que siguen sufriendo muchas mujeres del barrio. En este sentido, Abdelhadj ha anunciado la intención de incluir talleres de formación digital dentro del nuevo Plan Estratégico de Igualdad, cuyo eje noveno está centrado en la tecnología. "Es imprescindible que no se queden atrás. Ahora mismo, todo requiere conocimientos digitales, desde pedir una cita médica hasta matricular a un hijo en el colegio", señaló.
Las Hermanas de María Inmaculada serán clave en la identificación de las necesidades concretas, ya que "son quienes mejor conocen el barrio, sus peculiaridades y sus mujeres", apuntó la viceconsejera.
Perfil de las beneficiarias y posible ampliación de recursos
Las mujeres que acceden a estos programas, son, en su mayoría, víctimas de violencia de género, madres monoparentales o personas en situaciones socioeconómicas muy delicadas. "No podemos poner delante a mujeres que pueden pagar una guardería privada. Estos recursos están pensados para quienes más lo necesitan", enfatizó Abdelhadj.
En cuanto a la ampliación de los programas, la viceconsejera explicó que aún se está evaluando cuántas mujeres podrían beneficiarse de nuevos cursos, y que, una vez terminado el encuentro con la prensa, se celebraría una reunión mas extensa con las hermanas para concretar cifras y necesidades. "Cuantas más mujeres podamos incluir, mejor", añadió.
Formación como vía de escape de la violencia machista
La viceconsejera ha relacionado también estos programas de formación con el refuerzo de la lucha contra la violencia de género, especialmente en su vertiente económica, digital y vicaria. En el marco del renovado Pacto de Estado contra la Violencia de Género, se contemplan estas nuevas formas de volencia y se busca dar herramientas a las mujeres para que puedan identificarlas y protegerse.
"La formación las empodera. Una mujer formada, con recursos, puede salir antes de una relación de maltrato", recalcó Abdelhadj, subrayando la importancia de que también aprendan a reconocer signos de violencia digital, como el uso no consentido d imágenes íntimas.
Compromiso con un futuro más justo
La jornada, ha sido, ante todo, un acto de escucha activa. La viceconsejera ha insistido en que su presencia tenía como objetivo principal "tomar nota" de las necesidades del centro y sus usuarias, con la mirada puesta en un futuro más digno, justo e inclusivo para todas las mujeres del barrio.