La Red de Juderías-Caminos de Sefarad es un circuito turístico al que pertenecen 22 ciudades de nuestro país, que atraen a visitantes judíos de Estados Unidos, Argentina o Israel, fundamentalmente, que vienen a España porque quieren conocer más sobre su pasado.
El año pasado Melilla perdió la oportunidad de entrar en la red. Sí lo hicieron Sagunto, Tui, Béjar y Lorca. El responsable de la Comisión de Cultura de la Red de Juderías, Manuel Lara, explicó en una entrevista concedida a El Faro que entrar o no en la red es una cuestión de voluntad política, no de dinero. Por eso hemos acudido a la exconsejera de Cultura, Fadela Mohatar, para saber qué pasó con nuestra candidatura.
–Melilla no cumplía con los requisitos exigidos para entrar en la Red de Juderías y un cambio en el reglamento nos abrió la puerta. ¿Por qué nos quedamos fuera el año pasado?
– No es que no hayamos entrado. Estamos (y podemos seguir) en proceso de entrar en la Red de Juderías, cuya gerente estaba dispuesta a visitar Melilla en fechas próximas. El reglamento y estatutos de la Red precisamente se cambiaron a instancias nuestras y con la inestimable colaboración de Manuel Lara, que apoya incondicionalmente nuestra incorporación.
Antes, los criterios de admisión se circunscribían solo al aspecto medieval. Atendiendo a la realidad de Melilla, se incorporó igualmente que esta realidad estuviese fraguada por la diáspora sefardí, como ocurre en nuestra ciudad. Es decir, con juderías erigidas a posteriori. Ello, sin menoscabo de que más proyectos arqueológicos desvelen otras realidades. Muy posible, por cierto.
–¿Qué gestiones hizo su Consejería para incluir a Melilla en la Red de Juderías?
–Las gestiones y programas desarrollados para nuestra incorporación (muy compleja por la moratoria a la entrada de nuevos socios) han sido varias. La Red tiene en su poder un completo dossier que elaboramos desde la ciudad, entre otros, con el aporte de Mem Guímel y otros expertos que colaboraron en el mismo. Actualmente, estábamos completando toda la señalética desde Melilla la Vieja hasta el centro y, lo que es más importante, estábamos desplegando un programa para poner en valor el Barrio Hebreo (primero en el territorio español después de la expulsión); la recuperación de la sinagoga bicentenaria de El Rastro, la revitalización del Museo Sefardí y la adaptación (estábamos en ello) de otros espacios que mostraran un itinerario completo y de calidad sobre la presencia judía en Melilla.
También se iniciaron contactos y gestiones con miembros de la directiva de la Red para favorecer nuestra entrada y arrancamos un programa cultural entre Torremolinos, Lucena y Melilla (con el impulso de la agencia Andalucía Travel) para visibilizar nuestros patrimonios judíos. Además está en marcha la recuperación de la necrópolis de San Carlos. Otro gran puntal. Es el primer cementerio judío en territorio nacional desde la expulsión de los sefardíes.
–¿Qué proyectos culturales se pensaron para la candidatura de Melilla a la Red de Juderías?
– Desde la Consejería de Cultura entre otros ámbitos de actuación, se han estado impulsando proyectos diversos encaminados a instrumentalizar la cultura como elemento de desarrollo y progreso para la ciudad. Trabajamos con los Itinerarios Culturales Europeos: Ruta Carlos V, Ruta de los Fenicios y Rutas de la Seda. También formamos parte de una Red de Ciudades y Territorios Creativos de España con más de 40 socios entre ciudades grandes, pequeñas y comunidades autónomas; sacamos adelante Programas europeos de intercambio con Rotterdam y Roma para un proyecto Erasmus Plus de Arte urbano que está en curso y Lal labuya, el primer proyecto de emprendimiento cultural, igualdad de género y creación de empleo, entre otros. La cultura para nuestro gobierno fue capital y los programas ambiciosos y transversales porque estamos convencidos de que son necesarios para marcar la diferencia y generar riqueza.
–El concejal de Cultura de Lucena, responsable de la Comisión de Cultura de la Red de Juderías, Manuel Lara comentó que la entrada en la Red no es cuestión de dinero sino de voluntad política. ¿Existió esa voluntad para entrar en la Red de Juderías?
–Existió y existe esa voluntad.
–¿Defenderá desde la oposición la entrada de Melilla en la Red de Juderías?
–Claro que lo defenderé desde la oposición. La nueva responsable (aunque es una pena que hayan subsumido el área de Cultura en una viceconsejería con otras áreas) sólo debe seguir todos los pasos iniciados. No es fácil. Pero es cierto que entre tanto hay muchas iniciativas que deben seguir haciéndose para que, en el momento que podamos entrar, cumplamos con una muestra de calidad bien visibilizada del patrimonio judío para que nos acepten.
–¿Cree que puede ser beneficioso para la ciudad entrar en la Red de Juderías?
– Sí, considero que es un proyecto muy importante. Existe una potente corriente turístico-cultural que busca conocer espacios integrados en la Red de Juderías y Melilla es, precisamente, de toda la Red, la única ciudad con patrimonio cultural judío vivo.
En nuestras sinagogas hay culto y en nuestra ciudad existe una actividad litúrgica, festiva y tradicional no expuesta en museos, sino en calles y familias.