Después de una travesía que se alargó por espacio de quince horas a causa del fuerte temporal de Levante del fin de semana
La Capitanía Marítima de Melilla investigará el retraso de seis horas que sufrió el pasado sábado el buque de Acciona-Trasmediterránea que cubre la línea de Málaga por no poder desembarcar en ese puerto por las malas condiciones meteorológicas.
A preguntas de los periodistas, el delegado del Gobierno, Gregorio Escobar, informó ayer de que este retraso será investigado y analizado, al igual que cualquier incidencia que "se salga de la normalidad".
Escobar afirmó que si es necesario adoptar algún tipo de medida en caso necesario se hará, ya que "para nosotros, lo principal es siempre responder ante el usuario". De este modo, la Delegación del Gobierno pretende que las líneas marítimas de Melilla, declaradas como servicio público por el Ministerio de Fomento, "tengan siempre la garantía de que, salvo circunstancias excepcionales, van a poder cumplir con el horario que ellos mismos han establecido".
El delegado del Gobierno explicó que la salida del buque J.J. Sister, a pesar del mal tiempo, fue una decisión de la propia compañía, aunque lo justificó en "el hecho de que no salga un barco genera un enorme problema para los pasajeros que se toman en tierra y no pueden desarrollar su viaje como tenían previsto".
En cualquier caso, Escobar aseguró que, ante cualquier circunstancia excepcional, la Capitanía Marítima lo investigará y tomará las medidas que considere oportunas.
Este retraso tuvo lugar en la travesía marítima Melilla-Málaga operada por Acciona-Trasmediterránea, que salió de Melilla el viernes a las 23,59 horas y tenía prevista su llegada a las 8,00 horas del sábado, aunque finalmente no atracó en el puerto malacitano hasta las 15:15 horas, lo que prolongó la estancia del pasaje en el buque durante quince horas y provocó también un retraso en la salida del barco hacia Melilla.