Imbroda basó ayer su discurso en Madrid en la necesidad de potenciar la igualdad entre los melillenses en todos los órdenes y con el derecho a la libre elección política, religiosa o de otro tipo, como un principio fundamental por encima de creencias u otra clase de considerandos o valores. En ese sentido, fue crítico con los partidos que explotan el hecho identitario, caso de CpM, pero franco a la hora de exponer que debemos caminar hacia una representación política acorde con la realidad social de Melilla, lo que, al fin y a la postre, supone más presencia de melillenses de origen amazigh en nuestra Asamblea y nuestros órganos locales de Gobierno.
Imbroda se comportó ayer como un hombre de Estado que supo ser franco y directo a la hora de valorar nuestras relaciones con Marruecos. Lo hizo además ante un público cualificado, lo que es bueno para Melilla y nuestro futuro. Bien por tanto por la iniciativa del Forum Nueva Economía y bien por el acierto del presidente de la Ciudad al presentar un discurso tan claro y al par novedoso por lo que supone de nuevos objetivos y compromisos para nuestra clase política más preeminente.