El PSOE ha acusado hoy al Gobierno de Melilla de "crispar" y "alarmar" a la ciudadanía después de que su consejero de Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, asegurara ayer que a partir del 7 de junio la ciudad se quedará sin agua de la desalinizadora por no haber tramitado el nuevo contrato de gestión por parte del Ejecutivo central.
En rueda de prensa, la secretaria general del PSOE local, Gloria Rojas, ha dicho que su partido "no puede estar callado" después de que Quevedo dijera ayer que con la situación actual de la desalinizadora, "poco va a faltar para que tenga que intervenir el Ejército". "Ya está bien de crispar a la ciudadanía", ha espetado la líder socialista al consejero, al que ha acusado de "asustar" a la población con este tema tan sensible, aunque ha considerado que "teniendo a su jefe Casado como líder nacional de su partido, no es de extrañar que el PP local tome esa deriva de una forma aún más extremista". Rojas ha aclarado que no será necesaria la intervención del Ejército en este asunto porque la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ha elaborado un plan de contingencia, por el cual el Estado se hará cargo de la planta desalinizadora hasta que se construya el cuarto módulo para su ampliación, que "el PP no ha sido capaz de hacer en siete años y medio de gobierno".
La máxima dirigente del PSOE en Melilla ha lamentado que esta actuación debería haber estado terminada en junio de 2019, aunque ha asegurado que estará lista en dos años. Hasta que llegue ese momento, según Rojas, la CHG tramitará un contrato puente, que finalizará cuando el cuarto módulo esté construido, momento en el que la planta pasará a estar gestionada por la Ciudad Autónoma, en virtud de un protocolo general de colaboración entre el Ministerio de Medio Ambiente y la Administración local firmado en el año 2000.
Pues a ducharse con agua de lanjaron y tengan mucho cuidado que el senador de marruecos yahía yahya no nos corte otra vez el agua de los manantiales de trara ,yasine y tigorfatin , menudo elemento,