En Melilla, la Semana Santa cobra vida con la dedicación y entrega de cientos de cofrades que, durante semanas e incluso meses, trabajan incansablemente para que todo esté a punto en uno de los momentos más esperados del calendario litúrgico. Este es el caso de la Hermandad de la Flagelación, que ha abierto sus puertas al pueblo para mostrar la presentación de los tronos de Nuestro Padre Jesús en su Entrada en Jerusalén (La Pollinica) y de María Santísima de Gracia y Esperanza, dos auténticas joyas de la devoción popular.
Roberto Vargas, hermano mayor de la hermandad, ha explicado el esfuerzo que hay detrás de este trabajo. “Tiene un trabajo arduo de estar todos unos meses limpiando toda la orfebrería, toda la plata, dejándolo todo en perfecto estado de revista.” La dedicación es total, y se aprecia en cada detalle de los tronos, cuya belleza y solemnidad impresionan a todo el que se acerca.
La entronización de las imágenes titulares es el paso final de un proceso minucioso que involucra no solo a la Junta de Gobierno, sino también al grupo joven y a numerosos hermanos voluntarios. La preparación va mucho más allá de lo estético. “No solamente lo que es preparar los tronos en sí, sino lo que es entrega de enseres, de cortejos, de todas las guardas, las túnicas de los hermanos… es un trabajo muy arduo”, ha apuntado Vargas.
Para quienes deseen visitar la exposición de los tronos, las puertas están abiertas desde hoy, Miércoles de Pasión hasta el Viernes de Dolores. Los horarios son miércoles y jueves de seis a ocho de la tarde y el viernes de 17:00 horas a 18:00 horas.
La ilusión es el motor que impulsa a toda la hermandad. “Siempre digo lo mismo, esto es como si fuera un niño chico en la noche de Reyes Magos”, ha comentado el hermano mayor. La espera por el Domingo de Ramos está cargada de esperanza, confiando en que el buen tiempo acompañe y se pueda realizar la salida procesional.
Uno de los grandes atractivos de la procesión es la presencia musical. Acompañando al trono del Señor irá la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús de la Flagelación, que celebra su 20º aniversario. “Con un estreno muy importante, que es el uniforme que se le ha realizado nuevo”, ha señalado Vargas con orgullo. Por su parte, tras el trono de la Virgen de la Esperanza, marchará el Tercio Gran Capitán, I de la Legión, cuyos miembros son conocidos como “los Caballeros de la Esperanza”, denominación que les dio un antiguo párroco de Melilla.
La hermandad cuenta actualmente con unos 400 hermanos y va creciendo cada año. Es un reflejo del resurgir de la fe en el barrio y del fuerte vínculo emocional que muchos mantienen con su infancia. “Muchos hermanos han dejado de pertenecer a la feligresía de Batería Jota, pero nunca se olvidan de sus recuerdos”, ha comentado Vargas, visiblemente emocionado.
Aunque los nervios están presentes, especialmente para quienes tienen la responsabilidad de liderar como el hermano mayor, también hay un profundo sentimiento de satisfacción al ver la ilusión en los rostros de los hermanos. “Ver la cara de nuestros hermanos al ver al Señor del Soberano Poder y a la Virgen de la Esperanza bendecir la fe de Melilla, eso no tiene precio”, ha afirmado Vargas.
Antiguamente, los tronos salían desde la Casa de Hermandad, anexa a la parroquia de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa. Sin embargo, con el crecimiento de los tronos, fue necesario habilitar el patio de la iglesia como nuevo punto de salida, lo que también permite mayor comodidad para el montaje.
La historia y la fe se entrelazan también en los testimonios de los propios hermanos. Uno de ellos ha compartido su experiencia. “Ser hermano me viene de la fe y la devoción desde muy chiquitito, prácticamente desde la cuna, por herencia de mi abuela.” Su participación en la cofradía es un compromiso que ha mantenido toda la vida y el sentimiento que experimenta al ver el paso del Señor es indescriptible: “Fe, devoción, pasión, un sentimiento que nace dentro del corazón.”
Finalmente, este hermano ha lanzado una invitación a todo el pueblo melillense: “Que salgan a la calle y recen al Señor.” Una llamada a la fe compartida, a la emoción colectiva y al orgullo de vivir la Semana Santa con intensidad.
La Hermandad de la Flagelación está lista. Y Melilla, también.
En atención a la “Semana Santa”, próximamente, estaremos en la representación de la entrada a Jerusalén de Nuestro Señor Jesucristo, acompañándolo con la procesión de “La Polliniva”, inmersa en nuestra Ciudad en la “Hermandad del Flagelado”, donde con alegría, se recibirá la nueva borriquilla y donde al parecer, con todo nuestro sentimiento, no veremos, la arraigada escolta de La Virgen, de la honorable Guardia Civil, a la que nos tenía acostumbrados, así como a la Escuadra de La Policía Local, que abría el paso, ni a La Banda de Música de la Ciudad (sin desmerecer a ninguna otra) y a la Escolanía de “Las Salles” cantando el Hosanna. Esperemos que, en años venideros, puedan participar, para satisfacción de los asistentes y mayor esplendor del acontecimiento.