“Son discrepancias particulares en las que la Administración no debe entrar”, esto es lo que respondió ayer la viceconsejera de Relaciones Vecinales de Melilla, Carmina San Martín, a la pregunta de este medio acerca de lo sucedido el lunes en el Tesorillo. Los vecinos y vecinas del barrio se reunieron para elegir nuevo presidente por su descontento con el que lo era hasta ese día y que dimitió, según San Martín, “por causas personales y de salud”.
La viceconsejera aseguró que llevan desde su departamento entablando conversaciones con ambas partes “desde hace meses” para conseguir un acuerdo y “se logró ayer”, dijo en referencia al pasado lunes.
Según San Martín, su viceconsejería está para servir y “prestar ayuda a los vecinos” y no puede ni debe intervenir en asuntos internos de las distintas asociaciones vecinales.