Su tío, también acusado, es absuelto, pues la Audiencia no cree probado que formaran la red de tráfico que la Guardia Civil desmanteló en 2013.
La Audiencia Provincial ha condenado a un ciudadano marroquí con residencia en Melilla, a 7 años de prisión por un delito continuado de tráfico de inmigrantes. Por su parte, su tío, acusado de ser su cómplice, ha sido absuelto pues el tribunal considera que no ha quedado probada la participación de éste en la red de tráfico de inmigrantes que la Guardia Civil desmanteló a principios de 2013, tras la investigación denominada ‘Operación Bugbuss’.
La Audiencia considera que se ha probado que el condenado cruzó con dos inmigrantes ocultos en un doble fondo de su vehículo a través del paso fronterizo de Beni Enzar y Farhana. En el primer caso, condujo el coche hasta el garaje del domicilio de su tío, con el que vivía, ayudó a salir a un somalí del salpicadero, lo metió en el maletero y le liberó en un descampado cercano al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI). Este inmigrante dijo haber pagado 23.000 dirhams (unos 2.000 euros) por entrar en Melilla en ese habitáculo.
El día que se produjo la detención de este ciudadano marroquí, el 5 de diciembre de 2012, en la frontera de Farhana, un guineano fue rescatado igualmente del salpicadero del coche donde viajaba oculto. El propio acusado reconoció que le habían pagado 5.400 dirhams por cruzar la frontera con el inmigrante. También aseguró que había sido la única ocasión en la que cometió el delito.
Sin embargo, la Audiencia considera que ha quedado probado que en estas dos ocasiones el acusado A.T. ayudó a dos inmigrantes a entrar en Melilla en dobles fondos, dado el amplio material fotográfico de la investigación. Los guardias civiles que participaron en la ‘Operación Bugbuss’ y realizaron el seguimiento, tomaron imágenes de A.T. en el momento en el que ayudaba a salir al ciudadano somalí del maletero de su coche y le daba indicaciones de dónde estaba el CETI.
El tribunal cree, sin embargo, que no ha quedado probado un tercer ‘pase’ de inmigrantes con el mismo ‘modus operandi’ por parte del procesado. No obstante, la Audiencia aplica una pena agravada de delito continuado de tráfico de inmigrantes e impone a A.T. 7 años de prisión. La sentencia ha sido recurrida por la defensa ante el Tribunal Supremo.
La ‘Operación Bugbuss’: Cuatro detenidos en 2012
La Guardia Civil inició la ‘Operación Bugbuss’ al detectar una coincidencia temporal entre el alta de inmigrantes en el CETI y el frecuente paso por los puestos fronterizos de Beni Enzar y Farhana de un vehículo propiedad de A.T. El seguimiento realizado a este ciudadano marroquí con residencia en Melilla el 30 de octubre de 2012 permitió a los investigadores fotografiar cómo A.T. cruzaba la frontera con el coche, con un inmigrante oculto en el salpicadero, y circulaba hasta el garaje del domicilio de su tío, con el que vivía. Allí ayudó a un somalí a salir del salpicadero, le introdujo en el maletero y le liberó poco después en un descampado cercano al CETI. La Audiencia no considera probado que el procesado hiciera la misma operación días después, cuando frente al colegio Buen Consejo, se citó con una tercera persona sin identificar y se intercambiaron los vehículos en los que viajaban. Supuestamente en el coche del acusado también había otro inmigrante en un doble fondo. El día 5 de diciembre, A.T. fue detenido en la frontera de Farhana con un guineano escondido en el salpicadero. La Guardia Civil detuvo semanas después al tío y a otros dos ciudadanos marroquíes, en busca y captura, por integrar una red de tráfico de inmigrantes que operaba en Melilla y Marruecos.