Uno de los principales valores que Cervantes nos refleja en la obra Don Quijote de la Mancha es la perseverancia y la resiliencia, pues don Quijote nunca se da por vencido, a pesar de sus constantes fracasos y las adversidades. Este personaje que salió de la mente de don Miguel de Cervantes va a estar en boca de todos, dado que el director de cine Alejandro Amenábar estrenará en octubre de este año El Cautivo, sobre los cinco años que Cervantes estuvo prisionero en Argel en 1975. El Faro de Melilla entrevista a Javier Escudero (Madrid, 1969), doctor en Humanidades, archivero de profesión y experto cervantino, para quien, sobre Miguel de Cervantes se han escrito muchas biografías, pero casi todas cuentan los mismos mantras relacionados con su cautiverio o su etapa de soldado. Escudero es autor de Las otras vidas de Don Quijote o Esto no estaba en mi libro de Miguel de Cervantes. Acaba de publicar Cervantes del envés: Personajes en busca de su autor en las Novedas ejemplares.
-¿Por qué empezó a profundizar en la figura de Cervantes?
-Empecé primero con el Quijote, que es el tema de mi tesis doctoral. Yo de Cervantes aún estoy aprendiendo. La cuestión es que cuando empecé a estudiar los personajes reales del Quijote, las Novelas Ejemplares y El Persiles, fui consciente de que muchos de ellos eran del entorno cervantino: amigos, enemigos, conocidos, familiares. Entonces me di cuenta de que, para entender su obra, habría que darle otro enfoque a los estudios sobre su figura y ver cómo fue mucho más autobiográfico y personal en sus escritos de lo que se había dicho. Mucho más allá del cautiverio y de su condición de soldado. Era necesaria por tanto otra biografía distinta.
-¿Cuáles son las fuentes a las que ha acudido para estos estudios?
-He leído centenares de artículos de los mejores especialistas. Hay algunos que me han gustado más que otros y además, muchos son desconocidos. Yo he optado por estos, por los más novedosos y diferentes. Además, tengo miles de documentos inéditos de archivos de toda España. Hasta he descubierto al socio de Cervantes en Toledo (1612), que se llamaba Pedro de Amaya, que hizo sus capitulaciones matrimoniales en Alcázar de San Juan. El Quijote se originó en Esquivias, no se escribió en ninguna cárcel de Sevilla, ni de Argamasilla, ni de Castro del Río. Eso es una leyenda. La Mancha aparece por un grupo de manchegos que eran sus vecinos, como Alonso Manuel de Ludeña, Alférez Mayor de Quintanar de la Orden.
-Para usted Cervantes era un "bróker" aficionado a escribir, un hombre de negocios que quería alcanzar el "sueño americano". ¿Cómo pudo escribir Don Miguel de Cervantes Saavedra semejante obra como Don Quijote de la Mancha?
-Es lo que dice el profesor Andrés Amorós. Lo cierto es que existe el mito del Cervantes pobre, montado en una mula, que para en las ventas y que no pudo estudiar. Esa persona no pudo escribir una obra de la altura intelectual del Quijote. Por eso hay quien piensa que no pudo ser él, y esto también provoca las ideas más descabelladas pensando que algo ocultaba.
Lo cierto es que fue descendiente de caballeros cordobeses, su abuelo era Licenciado en Leyes por la Universidad de Salamanca y procedía de una familia mucho más culta y rica de lo que se piensa. En su casa de Alcalá de Henares y de Valladolid tenían un escudo de armas y una serie de tapices muy caros. Era la casa de unos potentados. Por parte de su madre, los Cortinas tenían hasta una capilla para enterrarse en la Iglesia de Arganda del Rey.
-Se produce confusión Quijote y Cervantes. Y hasta se creen algunos que el Quijote es personaje histórico, que existió en realidad. ¿Por qué?
-Desgraciadamente de Cervantes sólo se conoce el Quijote. Y tiene mucha más obra. Esto ha hecho que el tema del Lugar de la Mancha y otros se hayan confundido, cuando examinando todo el conjunto queda mucho más claro. Una de las cosas más positivas que me han dicho es que mezclo todo, y es cierto, lo hago así. Intento ver una técnica literaria de Cervantes en que su familia, sus amigos, sus experiencias vitales están presentes de la misma forma en toda su obra.
-Rebatiendo teorías y datos sobre el gran genio de la literatura. ¿Era erudito y pobre...o no tanto?
-Por supuesto que no era tan pobre como se dice, ni mucho menos. Cervantes era un bróker que escribía. Esto también lo hereda de su familia, que se dedicó siempre a los negocios, a las compraventas y a los préstamos. Sus amigos mezclaban dos cosas, eran mercaderes y banqueros genoveses, asentistas judeoconversos portugueses y hombres del teatro. Se pueden rastrear sus intereses por los amigos que tenía en cada etapa de su vida.
La escritura fue algo al principio accidental. Era parte de su estrategia para obtener prestigio y acceder a cargos de la corte. Porque lo que él intentó durante diez años fue ser corregidor en América, como lo fue su abuelo. Ese fue su gran sueño. Como escritor intentó vivir del teatro, pero no pudo. Los gustos cambiaron. Desde que publicó su primera novela, hasta la segunda, el Quijote, pasaron veinte años. Y ésta lo hizo con cincuenta y ocho. Es decir, que casi toda su obra procede de sus últimos tres años de vida. Fue un escritor tardío.
-En cuanto a su educación, ¿es el mayor misterio?
-Se dice que estudió en los Jesuitas de Sevilla, en la Universidad de Salamanca, en la de Alcalá, que leyó en Italia, pero solamente tenemos una frase, sólo una: que estudió con López de Hoyos en Madrid. De su juventud no sabemos absolutamente nada.
-¿Barbaridades que se hayan escrito sobre Cervantes...?
-Se ha dicho que estuvo de esclavo en Constantinopla construyendo una mezquita; que estuvo preso en Montenegro, en un pueblo que en italiano se llama Dulcinium, y de ahí vendría Dulcinea de El Toboso. Allí en ese pueblo hay un bar dedicado a ella y una estatua de Cervantes. Se ha dicho que tenía TEPT (trastorno de estrés postraumático) por su experiencia de soldado y cautiverio en Argel, y que por eso no perdía ocasión de reflejarlo en todas sus obras. Esto es una exageración. Se ha dicho que fue homosexual y que por eso no fue ajusticiado cuando intentó escapar de su cautiverio en Argel, porque tenía una relación con su amo. Un profesor francés dijo que existe travestismo y otras parafilias en el Quijote. Se dice que fue erasmista, es decir, prácticamente hereje. De casi nada hay pruebas concluyentes.
-Usted acaba de publicar Cervantes del envés: Personajes en busca de su autor en las Novedas ejemplares. ¿Cuál es la verdadera personalidad de Cervantes?
-Sobre el conocimiento de la personalidad de Cervantes hemos avanzado mucho en los últimos años. Sabemos sus ideas políticas, porque se trasluce de sus novelas: era contrario al rey Felipe II y a su política sobre África, abandonando a los cautivos. En la novela las Dos Doncellas incluye como personajes a tres enemigos de la monarquía que fueron condenados a muerte.
Existen dudas sobre su ortodoxia religiosa. De cara al exterior desde luego que era católico y cristiano sin tacha, pero en sus textos estaba muy interesado por los moriscos, renegados y herejes. Son decenas de personajes, no uno, ni dos.
-Cervantes, ¿viajero o vagabundo?
-Cervantes es un viajero impenitente. Sus tres novelas más largas e importantes son de viajes. Esto lo heredó de su familia, puesto que su padre y su abuelo eran igual que él. Se casó en 1584 y al año siguiente se quería ir a América. Lo de llamarle vagabundo tiene que ver porque muchos le han visto como un pobre que no fue.
-¿De dónde tomó Cervantes la inspiración para crear el personaje de Sancho?
-Sobre el personaje de Sancho es poco lo que se puede saber, porque los archivos no nos devuelven datos sobre la gente del estado llano. Pero sobre el personaje de don Quijote mucho. Podemos decir que no parece casualidad que haya un montón de hidalgos manchegos, del entorno de Miguel Esteban, Quintanar de la Orden y El Toboso, que hacían las mismas cosas que don Quijote en la novela: atacaban molinos de viento, se vestían con armas de guerra, tenían duelos con lanzas, iban por las posadas a Andalucía sin pagar, se montaban en rocines flacos, se reían de ellos cuando contrataban un criado, tenían bibliotecas que se perdieron y hasta tenían el apodo de “La Mancha”.
-Cuéntenos sobre las mujeres en la vida de Cervantes.
A las mujeres de su vida se las suele llamar “Las Cervantas” por un hecho luctuoso que ocurrió en Valladolid en 1605. A las puertas de su casa murió asesinado un caballero de Santiago Navarro llamado Gaspar de Ezpeleta y metieron a Cervantes en la cárcel como sospechoso. Y una vecina llamó así a las mujeres que convivían con Cervantes: sus hermanas, su amiga Juana Gaitán. Estaba rodeado siempre de mujeres. El problema de ellas era el mismo que tenía Cervantes: el ascenso social. Por una parte, se relacionaban con nobles. Pero por otra, no tenían dinero para pagar la dote y casarse con ellos. A resultas de ello, muchas acabaron teniendo hijos naturales con sus pretendientes. Otras acabaron siendo monjas.
Una cosa que se desconoce es que la hija que Cervantes tuvo con una mesonera de Madrid casada, acabó rica por una de estas relaciones, con casas y alquileres, incluso joyas. Dicen que ellos dos se llevaban muy mal.
-Dulcinea. ¿Amor idílico?
-El caso de Dulcinea y sus fuentes verídicas e históricas da para un libro (que ya publiqué en Toledo llamado “Personas y personajes del Quijote”). En El Toboso hay un museo dedicado a Ana Zarco de Morales, que se dice que fue Dulcinea en la localidad. Pero no es cierto. No hay ninguna documentación de esta hidalga. Sin embargo, hay otras mujeres en La Mancha, como María Alonso que hacían lo que Aldonza Lorenzo-Dulcinea en la ficción: eran conversas, labradoras, se montaban en pollinas y tenían hasta amantes conocidos entre los hidalgos de la localidad. Esta mujer estaba casada con Francisco de Acuña, un hidalgo del pueblo de al lado (Miguel Esteban-Toledo), y por tanto, de todos los “modelos vivos” que se han propuesto es la única que vivía en El Toboso y que además tenía una relación con un hidalgo que no era de allí.