La Comandancia General de la Guardia Civil en Melilla celebró este viernes el 181 aniversario de la fundación de la institución con un solemne acto en sus instalaciones, al que asistieron representantes de las principales autoridades civiles y militares de la ciudad. El evento, presidido por la Delegada del Gobierno, Sabrina Moh, y el coronel jefe de la Comandancia, Jesús Rueda Jiménez, rindió homenaje a la historia del cuerpo, sus valores fundacionales y, especialmente, a los guardias civiles que han dado su vida en acto de servicio.
La ceremonia se abrió con unas palabras de bienvenida que pusieron en contexto la importancia histórica de la fecha. La fundación de la Guardia Civil, el 13 de mayo de 1844 por Real Decreto de la reina Isabel II, marcó el inicio de una nueva etapa en la seguridad pública del país. Concebida como un cuerpo especial de Infantería y Caballería bajo la doble dependencia de los Ministerios de la Guerra y de la Gobernación, su objetivo era preservar el orden, garantizar la seguridad ciudadana y proteger a las personas y los bienes, tanto en zonas urbanas como rurales.
Durante la lectura institucional de fragmentos del decreto fundacional, se recordó la visión de su fundador, el Duque de Ahumada, quien estableció que “el honor ha de ser la principal divisa del guardia civil”. Una frase que se ha convertido en el eje moral de la institución y que, 181 años después, sigue vigente como el pilar fundamental de su identidad.
Reconocimiento al servicio y entrega
Uno de los momentos más destacados de la jornada fue la entrega de distinciones a varios miembros de la Guardia Civil y personal de seguridad por su trayectoria y méritos profesionales. Entre los condecorados se encontraban el capitán Miguel Escutia Íñigo, el cabo primero Manuel Pobre Martiñano, y los vigilantes de seguridad Armando Romero Santamaría y Francisco Alcúzar Martín, entre otros.
Las insignias fueron impuestas por diversas autoridades civiles y militares, como el coronel jefe de la Comandancia, el Comandante General y la propia Delegada del Gobierno. Este acto sirvió para destacar el compromiso diario y el esfuerzo silencioso de quienes velan por la seguridad de todos, muchas veces con gran sacrificio personal.
También se recordó a los veteranos del cuerpo, con la inauguración reciente de un espacio en la Comandancia dedicado a ellos. Un lugar de encuentro, memoria y reconocimiento, que busca mantener viva la historia del instituto armado a través de sus protagonistas. Además, se descubrió una placa conmemorativa en el patio de armas, en homenaje a todos los que sirvieron y siguen siendo parte del legado de la Guardia Civil.
Discursos cargados de compromiso
En su intervención, el coronel jefe de la Comandancia, Jesús Rueda Jiménez, resaltó el compromiso del cuerpo con valores como la disciplina, la integridad, el compañerismo y la vocación de servicio público. Subrayó la importancia de continuar avanzando en la modernización de los medios, en la mejora de los protocolos de seguridad y en la cooperación interinstitucional.
“En esta carrera no estamos solos”, afirmó, destacando el trabajo conjunto con la Policía Nacional, la Policía Local y las Fuerzas Armadas. “Formamos un magnífico equipo que trabaja con coordinación y eficacia, siempre al servicio de los ciudadanos”.
Además, Rueda agradeció también el respaldo de las familias de los guardias civiles, fundamentales para que estos puedan ejercer su labor con dedicación y equilibrio. Además, tuvo un emocionado recuerdo para los fallecidos en acto de servicio, especialmente para aquellos que perdieron la vida recientemente a causa de la DANA, como el guardia civil, Adolfo Torres y su compañera Nieves Navas.
Por su parte, la Delegada del Gobierno, Sabrina Moh, quiso dedicar unas sentidas palabras a los hombres y mujeres de la Guardia Civil. “Ser guardia civil es más que una profesión, es una vocación. Representa una forma de vivir el servicio público con rigor, sacrificio y constancia”, señaló. Moh reconoció públicamente el papel que juega la Guardia Civil como pilar esencial en la estructura de seguridad del Estado, así como su cercanía con la ciudadanía, especialmente en una ciudad como Melilla, donde lleva presente 132 años, desde 1893.
Homenaje a los caídos
Uno de los instantes más emotivos del acto fue el homenaje a los caídos, con una ofrenda floral y la tradicional fórmula: “Lo requirió el deber y lo alcanzaron. Con su sangre, la patria escribió sus nombres”. Con estas palabras, se recordó a todos aquellos que perdieron la vida en cumplimiento del deber, defendiendo a España y protegiendo a sus ciudadanos.
“Fueron grandes porque fueron fieles. Vivieron como valientes, murieron como héroes. Servir a este cuerpo fue su vocación; amar a España, su eterna pasión”, se leyó durante el tributo, que conmovió a todos los presentes.
Cierre con espíritu de unidad
El acto concluyó con la interpretación del himno de la Guardia Civil y un fuerte aplauso que unió a todos los asistentes —autoridades, mandos, agentes, familiares y ciudadanos— en un sentimiento de orgullo colectivo y respeto hacia una institución que, desde hace 181 años, vela día a día por la seguridad y el bienestar de todos los españoles.