El propietario del estanco situado en la calle Padre Lerchundi, Mohamed Mohamed, ha lamentado la falta de limpieza en esa vía.
Según ha explicado a El Faro, la suciedad alrededor de su establecimiento es algo que se viene repitiendo sistemáticamente y, pese a sus insistentes llamadas para que acuda algún barrendero, nunca aparece nadie. Incluso ha llegado a desplazarse a la sede de la empresa municipal de limpieza para presentar un escrito de queja, pero, según dice, ni siquiera ha recibido respuesta.
De remate, los sábados, cuando él, recuerda, abre el estanco tanto por la mañana como por la tarde, le han dicho que “no es imprescindible que esta calle tenga un barrendero”. Esta situación de los fines de semana se viene repitiendo desde que él abrió el estanco y, en cuanto a la situación general, son, dice, “dos semanas que la calle está asquerosa” y “sin vaciar la papelera y la basura a punto de salirse”.
Y el problema no es solamente la suciedad, sino que se origina una peste que atrae a los insectos, particularmente las moscas y los mosquitos, lo que asegura que repercute en sus ventas. De hecho, Mohamed afirma que bastantes clientes le han expresado su disgusto por la escena y adelanta que los vecinos se están planteando recoger firmas para que la Ciudad Autónoma actúe allí, porque “esto ya es hora de cambiarlo”.
Mientras tanto, y dado que la calle está “en un nivel muy crítico” en cuanto a suciedad, él hace lo que puede para limpiar esa zona con quitagrasas y lejía, porque, tal como recuerda, “la falta de higiene conlleva enfermedades”.
Desde la empresa municipal de limpieza han desmentido estas informaciones y han aclarado que los servicios se realizan regularmente para mantener la ciudad autónoma en las más óptimas condiciones posibles. "Es falso", han manifestado con rotundidad.