Hace dos meses que la Princesa Kate Middeltown no sale en los medios desde que se sometiera a una cirugía abdominal la cual ha levantado rumores, especulaciones y hasta crecientes teorías sobre su estado de salud y paradero .
El 10 de marzo, con ocasión de la celebración en Inglaterra del Día de la Madre la Corona distribuyó una imagen tomada por el mismo Príncipe William de la Princesa Kate Middletown y sus tres hijos, Charlotte, Jorge y Luís. La foto decía "Gracias por vuestros buenos deseos y continuo apoyo a lo largo de los últimos meses". La imagen fue utilizada por los boletines de televisión y la BBC y empezó a difundirse como la pólvora.
Era la primera foto distribuida por el Palacio desde que la Princesa se sometió a la operación, y, la expectación, por lo tanto, era enorme. Lo que iba a ser una imagen perfecta se convirtió en polémica: la foto estaba trucada. Algo que, tratándose de la Monarquía británica, parece inverosímil
Las agencias internacionales más importantes, Getty Images, AFP, Reuters y Associated Press, retiraron la foto distribuida por el Palacio de Kensington, sencillamente porque se dieron cuenta de que se trataba de una imagen manipulada. Las agencias se comprometen con sus clientes a que sus fotos sean exactas y no hayan sido manipuladas. La foto fue pues sacada inmediatamente de la circulación tras notar una inconsistencia en la alteración de la mano izquierda de la Princesa Charlotte.
No tardó nada Kate en pedir perdón públicamente y se disculpa por cualquier confusión haya podido causar. Explica en su disculpa que es fotógrafa amateur y ella misma fue quien retocó la foto.
Desde mi punto de vista Kate está llegando al límite en el querer dar una imagen perfecta e idílica. Y tanto celo por la perfección le ha causado una mala pasada, porque en el periodismo hay una cosa muy clara, la verdad no es lo mismo que la verosimilitud.
Lo verosímil puede ser probable, aceptable, posible y creíble, pero no necesariamente verdadero. Las agencias hacen periodismo, no propaganda. Me parece, por parte de las agencias, una decisión ética, que pone en alza los auténticos valores del periodismo.