La pasada noche del martes, día 3, los puestos de comida ubicado en las afueras del recinto ferial, afirman que fue la noche en la que más se vendió. Las ventas, aunque empiezan bien entrada la noche, dan cierto margen de beneficios. No se trabaja mal, según los dueños de los establecimientos temporales que sirven para enriquecer las atracción que implica asistir al recinto ferial de Melilla. Sin lugar a dudas, lo que más se vende y se demanda por parte de los asistentes a este recinto ferial es el pollo asado y los pinchitos morunos.
Hay otras personas que prefieren la hamburguesa como comida rápida. Comer de forma rápida simplemente para no pasar hambre durante el tiempo que dura el evento, hasta elevadas horas de la madrugada. Sin embargo, lo que cabe resaltar es que coincidiendo con el Día del Niño, las ventas en lo que se refiere a los melillenses allegados al recinto ferial se dispararon, se trabajó bastante bien por lo que éstos demandan que vengan artistas de la mayor calidad posible y que atraigan al mayor numero de ciudadanos que se pueda, ya que el número de consumiciones en el lugar aumentan.
Los melillenses cuando van a un lugar a ver un espectáculo suelen cenar en el recinto ferial y eso los feriantes lo notan y lo declaran. Algunos de ellos recuerdan cuando estaban abiertas las puertas de la frontera, la asistencia era mucho mayor. Sin embargo, aunque recuerdan este hecho, tampoco parece ser que le dan demasiada importancia, ya que están seguros a nivel general de que si se potencia la Feria de Melilla, la ciudad tiene resortes suficientes como para sacar adelante los pocos puestos de comida que se ubican en el recinto. El precio de la comida cuando la feria estaba ubicada en el Parque Hernández era mucho más costosa y por ende se consumía bastante menos.
En la actualidad, el precio de la comida está un poco más elevado que si alguien la compra en un establecimiento ordinario en Melilla, tanto para comerla en el lugar como si es para llevar. Los restaurantes eventuales ubicados en el recinto ferial ofrecen unos servicios tanto de terraza como de calidad y precio que no es necesario, como antaño, salir del citado recinto para cenar. Así que los empresarios de estos establecimientos piden que se potencie la Feria melillense porque confían que con el único músculo demandante de la ciudadanía local pueden salir bastante beneficiados y merecerá la pena repetir todos los años con su participación en la misma