Tres personas fueron detenidas por agentes de la Policía Nacional tras intentar robar en un establecimiento de hostelería ubicado en el Centro Comercial Parque Murias de Melilla. El suceso se produjo durante la madrugada del miércoles 7 de mayo, concretamente a las 02:45 horas, cuando un vigilante de seguridad, encargado de la videovigilancia del recinto, detectó a tres individuos encapuchados dentro del local.
Los sospechosos habían fracturado una ventana para acceder al interior del establecimiento. El vigilante alertó de inmediato a la Sala CIMACC 091, que activó un dispositivo urgente de respuesta. Dos unidades radiopatrulla “Zeta” del Grupo de Atención al Ciudadano (GAC) se desplazaron rápidamente hasta el lugar, donde comprobaron los daños en el acceso al local. Sin embargo, los autores del intento de robo ya no se encontraban en el interior.
Gracias a la información detallada proporcionada por el personal de seguridad privada, quien había seguido en tiempo real los movimientos de los intrusos a través de las cámaras, los agentes emprendieron la búsqueda en la dirección de huida facilitada. En una calle cercana localizaron a tres hombres que coincidían plenamente con las descripciones físicas aportadas, y que presentaban claros signos de haber huido recientemente: estaban visiblemente nerviosos, sudados y fatigados.
El vigilante de seguridad se personó en el lugar donde fueron interceptados los sospechosos y los reconoció sin ninguna duda como los mismos individuos que había observado por videovigilancia cometiendo el robo. Ante esta evidencia, los agentes procedieron a la detención de los tres individuos, que fueron trasladados a dependencias policiales para la instrucción de diligencias.
Dentro del local se encontró un destornillador aún insertado en la caja registradora, que había sido forzada pero no llegó a ser abierta. Todo indica que los detenidos abandonaron el lugar apresuradamente tras percatarse de la llegada de los vehículos policiales, lo que explica que no llegaran a consumar el robo.
Desde la Jefatura Superior de Policía de Melilla se ha querido resaltar la actuación coordinada entre las fuerzas de seguridad del Estado y los servicios privados de vigilancia. “La colaboración público-privada redunda en una mayor eficacia en la prevención del delito”, se destaca en el comunicado oficial, que subraya la importancia del trabajo de los vigilantes como complemento esencial a las labores de la Policía Nacional.
Este tipo de intervenciones refuerzan el papel de la seguridad privada como un aliado estratégico en la protección de espacios públicos y privados, disuadiendo posibles delitos y actuando como canal directo de comunicación con las autoridades. La labor de estos profesionales será reconocida de forma oficial durante el Día de la Seguridad Privada, que se celebrará el próximo 21 de mayo. En ese acto se homenajeará a los vigilantes que hayan demostrado méritos destacados en el ejercicio de sus funciones, como ha sido el caso del trabajador del Parque Murias.
Cinco robos esclarecidos
Este nuevo caso se produce en un contexto en el que la Policía Nacional ha intensificado su presencia y capacidad de respuesta frente a los delitos contra la propiedad.
Apenas unos días antes de esta intervención, la Jefatura informó del esclarecimiento de cinco robos cometidos en la zona del Polígono Industrial. En ese caso, las investigaciones culminaron con la identificación y detención de varios implicados, contribuyendo a desarticular una cadena delictiva que venía generando preocupación entre los empresarios de la zona.
Ambos episodios, ocurridos con pocos días de diferencia, ponen de relieve la efectividad de la colaboración institucional y la agilidad en la respuesta de las fuerzas de seguridad ante situaciones de riesgo. Además, refuerzan el mensaje de tolerancia cero hacia este tipo de delitos en Melilla, donde se está apostando por un enfoque preventivo, disuasorio y con el respaldo de todos los recursos disponibles, tanto públicos como privados.