El Faro se ha trasladado a General Marina para preguntar a los comerciantes del tramo que ya ha abierto cómo han llevando la situación de los últimos meses y saber si consideraron que los trabajos eran necesarios.
Testimonios
Los trabajadores de comercios de esta vía local que hablaron con este medio coincidieron en destacar que las obras afectaron en gran medida a sus negocios. Sin embargo, la coincidencia también se dio en manifestar que estos trabajos no les parecían necesarios.
Alejandro, de la tienda de regalos Embrujadas, lamentó que los últimos meses han sido "muy malos" a nivel de ventas para su negocio, calificándolos de "insufribles". Este trabajador dijo que el hecho de que la calle estuviera "medio abierta" dejaba una vía sin ningún ambiente, añadiendo otras circunstancias como la falta de luces navideñas.
Desde Embrujadas afirmaron que en el mes de abril les dieron una duración de entre 5 y 8 meses. "Vamos por 10 y aún no está acabada". Este establecimiento ha registrado unas pérdidas superiores al 50 %, tras lo que denunciaron, han sido meses de una mezcla de ruido, suciedad y pérdida de clientela.
"La puerta del parque se cerró entonces y había que salir por la principal".
Para Inmaculada, los clientes que han acudido hasta este negocio lo han hecho de forma expresa, por lo que lamentó, la venta ocasional se ha perdido, así como las campañas de las comuniones y del verano. No obstante, aún se mantiene esperanza, pues esta trabajadora comunicó que comienza a llegar gente de nuevo.
En Bichito les dieron un plazo de 10 meses, pero el aislamiento y la falta de aparcamiento les ha afectado, "aunque también en el centro", dijo. En este establecimiento, han registrado pérdidas del 68 %, algo que según Inmaculada, "se ha notado".
Por otro lado, Inmaculada no cree que estas obras fueran necesarias y dijo mantenerse a la espera de lo que pueda ocurrir cuando llueva para saber si las obras hacen que no haya inundaciones en General Marina.
En la tienda de fotografía, Photo Color, el gerente Paco habló de pérdidas de casi el 50 % desde el mes de abril. "La comparativa con otros años es un disparate".
Según Paco, les dieron un plazo de un año de duración, aunque en fechas recientes le dijeron que hasta verano no abrirá la calle en su totalidad. Sin embargo, confiaba en que el primer tramo estaría abierto mucho antes. Para el dueño de Photo Color, el hecho de que la calle esté "llena de vallas" y con un container echa para atrás a la gente.
El ruido afectó a este establecimiento durante los primeros meses, no obstante, desde que las obras están en otro tramo es la suciedad lo que más sacude a este negocio.
Asimismo, para Paco estas obras no eran necesarias, pues opina que no han aportado un gran cambio a esta calle, además de ser unos trabajos, en su opinión, "muy poco concienciados con el medio ambiente".
Isaac, gerente de la tienda de juguetes, Juguetoon, denunció que las obras han sido un "desastre" para su negocio. Especialmente en cuanto a ventas se refiere, porque de acuerdo con las cifras que dispone, han tenido pérdidas de hasta el 40 % como mínimo. Entre otras cosas, también quiso denunciar la iluminación, que considera pobre y la falta de circulación que aísla a los negocios.
Para este comerciante, el ruido y la suciedad son algo lógico en unas obras, pero la falta de espacio para el acceso que tuvieron en los últimos meses, así como la falta de aparcamiento provocaron la pérdida de clientes, aún a pesar del gran número de ofertas y promociones que anunciaron desde Juguetón. "Ha sido un año horrible para nosotros", lamentó.
Isaac hizo referencia también a las lluvias, pues afirmó que cuando llueve más de la cuenta, General Marina se inunda. En otro orden de cosas, no consideró necesaria una obra de tal envergadura, aunque opinaba que sí era necesaria una reforma.
Por último, Isaac sostiene que es necesario proporcionar una partida presupuestaria por parte de la Ciudad Autónoma para ayudar a los comerciantes afectados y que esta medida se lleve a cabo cada vez que se realice una obra de gran envergadura.
"Se sabe que estos trabajos van a perjudicar a los comerciantes, por lo que la Ciudad debe apoyarnos".
Son necesarias para que se forren cuatro.
Lo que más estrago ha dejao es la porquería PPolítica. Si no trincan no hay por donde salir de la subsistencia. Una inyección de dinero público al comerciante y otra al ejecutor de la futura inundación en sus comercios. A ver si sale de su extra de Navidad o de Verano por seguir rezando. Prometen hasta que meten... Una vez dentro que más dá. Melilla que disfrute