La tropa y marinería española "continúa sin expectativas de mejoras retributivas y profesionales", según denuncia la asociación ATME que la representa y que, según señala en un comunicado, el crecimiento presupuestario para 2023 “no va a repercutir en dignificar” los sueldos del personal militar. Ello se deriva del discurso que la ministra de Defensa, Margarita Robles, pronunció el pasado día 6 de este mes de enero con motivo de la celebración de la Pascua Militar.
La organización insiste en que estos militares “son los servidores públicos peor retribuidos”. “No se puede olvidar que el montante del sueldo neto de un soldado con menos de seis años de servicio puede ser menor incluso que el del actual Salario Mínimo Interprofesional”, lamenta la ATME.
La asociación ha criticado también que se quiera “vender que esta subida presupuestaria va a servir para consolidar las mejoras retribuidas ya conseguidas en años anteriores” pero en ese sentido recuerda que se hico bajo “unos presupuestos menores”. Además, añade que esos incrementos repercutieron en dos aspectos: elevar el complemento de empleo del soldado/marinero del nivel 13 al 14 para igualarlo con el mínimo nivel del grupo C-2 que percibían los trabajadores civiles de la administración y eliminar la pérdida retributiva a los 63 años del personal en la situación de reserva.
“Cualquier trabajador se podría preguntar si estas subidas tenían como objetivo mejorar las retribuciones o simplemente hacer justicia, enmendando una situación que nunca se debería haber producido”, insiste.
Cantidad y calidad
Por otro lado, dentro de la valoración que la ATME hace del discurso de la ministra, se ha hecho hincapié en que, según Robles, la meta de este año es “contar con efectivos suficientes en cantidad y calidad”. “En este punto mal comienza Defensa el año cuando en el propio BOE se puede comprobar cómo los militares que no tienen su consideración en suspenso han descendido en 1.572 y, en cuanto al personal de tropa y marinería, en 1.152”.
“Si a todo esto se le añaden las noticias publicadas en diversos medios donde se hacían eco del documento del Ceseden titulado ‘entorno operativo 2035’, en el que se alertaba sobre las dificultades que podrían encontrar las Fuerzas Armadas en la próxima década para el reclutamiento de nuevos militares, así como para su retención debido a la competencia con el mercado laboral civil, las expectativas son claramente negativas”, apunta la asociación para añadir que “deberían alertar a nuestros dirigentes y generales el aumento de las excedencias voluntarias del personal de tropa y marinería con compromiso de larga duración una vez cumplidos los 18 años de servicio que, una vez formados, encaminan sus pasos a la empresa civil”.
En opinión de esta organización, todo hace pensar que se va “a una situación calcada de la ocurrida a partir del año 2021 con la suspensión del servicio militar”. Por eso pide de forma “urgente” mejoras que eviten esos problemas. “La ATME no será cómplice de engañar a la ciudadanía con silencios sobre la actual situación del personal y del futuro que espera a la escala”.
Finalmente, la asociación exhorta a los políticos en general “que dejen de regalar los oídos de los militares con buenas palabras, loando su profesional y dedicación, y regalando ‘bufandas’ cada cierto tiempo”. “Es imperioso dignificar las retribuciones, mejorar la carrera militar y eliminar la temporalidad, entre otros problemas que se han puesto reiteradamente de manifiesto”.