La Escuela de Flamenco de Melilla ha llevado su arte y alegría a la residencia de mayores de la ciudad con motivo de la celebración de las tradicionales Cruces de Mayo. La actuación tuvo lugar ayer jueves a las seis de la tarde y contó con la participación de alumnos de cante, guitarra y percusión, quienes ofrecieron un emotivo espectáculo para los residentes.
José Heredia, director de la Escuela de Flamenco, destacó la importancia de estas actividades intergeneracionales. “Con los mayores disfrutamos muchísimo, porque les sacamos de la rutina, les damos ese rato de alegría. Siempre intentamos que participen, nos acercamos a ellos para que canten alguna pieza, alguna letrita. Ellos disfrutan y nosotros igual”, explicó.
El ambiente en la residencia fue de emoción y entusiasmo. Los mayores no solo presenciaron el espectáculo, sino que se involucraron activamente, animándose a cantar y a interactuar con los artistas. La iniciativa, además de acercar el flamenco a todos los rincones de la ciudad, cumple un papel esencial en el bienestar emocional de los usuarios del centro.
Desde la Escuela de Flamenco señalan que este tipo de encuentros refuerzan los lazos entre generaciones y permiten que la cultura melillense se viva y se comparta más allá de los escenarios tradicionales.
La actividad fue registrada en imágenes que captan los momentos más especiales de la tarde, con la intención de difundir la experiencia y poner en valor el impacto positivo del arte en entornos sociales. Sin duda, una jornada llena de sentimiento que quedará grabada tanto en los corazones de los mayores como en los de quienes compartieron con ellos su talento.
Francisco Heredia, director de la Escuela de Flamenco
Francisco Heredia es el director de la Escuela de Flamenco de Melilla, una institución cultural que ha cobrado gran relevancia en la ciudad desde su fundación en 2012. Bajo su liderazgo, la escuela no solo se ha convertido en un centro de formación en los pilares esenciales del flamenco —cante, guitarra y percusión (especialmente el cajón flamenco)—, sino que también se ha consolidado como un referente en la promoción del arte flamenco como herramienta de inclusión, cohesión social y desarrollo personal.
Heredia ha impulsado una visión del flamenco que trasciende el escenario. Su enfoque pedagógico combina la enseñanza técnica con una fuerte dimensión social, promoviendo valores como el respeto, la interculturalidad y el trabajo en equipo. Gracias a su labor, la escuela acoge cada año a más de 80 alumnos de todas las edades y niveles, brindando un espacio donde la tradición flamenca se vive, se aprende y se comparte.
Uno de los logros más destacados de Francisco Heredia ha sido abrir las puertas del flamenco a toda la ciudad mediante actuaciones públicas en plazas, centros comerciales, colegios, residencias de mayores y centros para personas con discapacidad. Estas actividades no solo visibilizan el talento de los alumnos, sino que cumplen una función esencial en el tejido social de Melilla, generando experiencias intergeneracionales y reforzando la identidad cultural local.
Además, bajo su dirección, la escuela ha fomentado el diálogo con otras instituciones flamencas, tanto dentro como fuera de Melilla, y ha trabajado por un flamenco más inclusivo, en el que se respeten y valoren la igualdad de género y la diversidad cultural.
Escuela de Flamenco
La Escuela de Flamenco de Melilla es una institución cultural que desde su creación en 2012 se ha dedicado a la enseñanza y difusión del flamenco en la ciudad. Ofrece formación en tres disciplinas: cante, guitarra y percusión flamenca (cajón), con el objetivo de preservar y promover este arte como patrimonio inmaterial de la humanidad. Actualmente, la escuela atiende a más de 80 alumnos anuales, de diversas edades y niveles.
La escuela no solo se enfoca en la formación técnica, sino también en la integración social y cultural. Organiza actuaciones al aire libre en diferentes puntos de la ciudad, como plazas y centros comerciales, para acercar el flamenco a la comunidad y ofrecer a los alumnos la oportunidad de practicar en público . Además, realiza actividades de carácter social, llevando su arte a residencias de mayores y centros de atención a personas con discapacidad, contribuyendo al bienestar emocional de los participantes .
Además, también, promueve la multiculturalidad y la igualdad de género en el flamenco, ofreciendo un espacio inclusivo donde personas de diferentes orígenes y géneros pueden aprender y expresarse a través de este arte.
En definitiva, es un referente en la ciudad en cuanto a la enseñanza y difusión del flamenco, destacándose por su compromiso con la cultura, la inclusión social y la formación de nuevos talentos en este arte tan representativo de la identidad española.