Una profesora universitaria melillense, Alicia Benarroch, participó el pasado lunes en la Jornada de Sociedades Científicas COSCE 2024, con la colaboración de la Fundación Ramón Areces, en Madrid. Lo hizo aportando el punto de vista educativo, algo que se hacía por primera vez en la historia de esta jornada (son la número 12) y que, en palabras de la ponente: “estoy convencida del acierto que esto supone, pues, como dijo Freire, la educación no cambia el mundo, pero cambia a las personas que van a cambiar el mundo”.
Con el título «Retos para el futuro del agua», en dicha jornada se dieron cita reconocidos expertos procedentes del mundo académico, la empresa y la sociedad civil para abordar los desafíos que plantea el Objetivo 6 de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU: «Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos».
La Jornada de Sociedades 2024 estuvo dedicada a uno de los problemas más graves a los que se enfrenta nuestra sociedad: el futuro del agua.
“Retos sobre el futuro del agua” fue inaugurada por la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, y clausurada por el secretario de Estado de la Ciencia, Innovación y Universidades, Juan Cruz Cigudosa. La jornada tuvo un enorme éxito de asistencia y una altísima calidad científica.
En la bienvenida a la jornada, Perla Wahnón, presidenta de COSCE, aseguró: “Desde su creación en 2004, COSCE ha asumido la responsabilidad de exigir un firme apoyo político a la investigación científica. Y hoy, en la celebración de la Jornada de Sociedades 2024, desde la Confederación Española de Sociedades Científica, reiteramos el compromiso de seguir llamando a la puerta del Gobierno y del Parlamento para que también la clase política cuente con la ciencia, con el peso que la ciencia merece”.
Y añadió: “En COSCE tenemos claro que los poderes públicos, tanto el legislativo como el ejecutivo, necesitan información contrastada. Y una buena parte de esa información la tenemos las científicas y los científicos. Establecer un mecanismo para que dicha información llegue a la Administración del Estado de forma rigurosa, precisa, rápida y comprensible es imprescindible en cualquier democracia moderna”.
La presidenta de COSCE concluyó su saludo a los asistentes: “Hoy, más que nunca, necesitamos ciencia, necesitamos innovación y necesitamos colaboración global. El agua es vida, y el futuro del agua está en nuestras manos. Es nuestra responsabilidad colectiva asegurar que este recurso no solo se preserve, sino que se gestione de manera equitativa y sostenible para todos”.
En la inauguración de la jornada la vicepresidenta tercera del Gobierno Teresa Ribera destacó que “hay en estos momentos una larga lista de desafíos para garantizar la gestión eficiente y el acceso a todos a un recurso básico”.
Ribera aseguró que para hacer frente a todos esos retos es necesario aunar el mejor conocimiento científico: “Necesitamos más investigación, más desarrollo tecnológico, mayor visibilidad del agua en las políticas públicas. El agua es algo de lo que nadie puede prescindir y España es una referencia internacional en la gestión hídrica”.
En su intervención, la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico destacó el papel que está asumiendo la digitalización: “Ofrece muchas posibilidades para mejorar la gestión del uso del agua. La Inteligencia Artificial, por ejemplo, desarrollará un papel importante en esa tarea, también los gemelos digitales ya nos están ayudando a identificar las redes de saneamiento en las zonas inundables, por ejemplo”. También pidió Ribera reforzar nuestra capacidad anticipatoria ante excesos, desde las fuertes inundaciones a las sequías prolongadas, a las que se ha referido como principales amenazas para la correcta gestión del agua. “Eso también significa adaptar nuestras infraestructuras a situaciones extremas”, mencionó.
Tras la inauguración, tomó la palabra Ishai Dror, científico del Departamento de Ciencias Planetarias y de la Tierra del Instituto Weizmann de Ciencias, quien presentó las tendencias actuales en la disponibilidad de agua segura. Hizo especial hincapié en los retos que plantean los requisitos de cantidad y calidad del líquido elemento y se centró en “la creciente contaminación del agua en todo su ciclo”.
“Hay que destacar los hallazgos que contribuyeron al reciente informe de la ONU, en el que se advierte de que, sin un mejor control de la calidad del agua, la salud y los medios de subsistencia de 4.800 millones de personas podrían estar en peligro para 2030”, indicó.
Para avanzar en la búsqueda de soluciones a estos problemas, también es importante el papel que puede desarrollar la educación. De ello habló en la jornada Alicia Benarroch, profesora de la Universidad de Granada y experta en Didáctica de las Ciencias Experimentales.
“Nuestra investigación sugiere que, para afrontar los problemas sociales relacionados con el agua desde la educación, es fundamental integrar una ciencia de la sostenibilidad que promueva la interrelación del agua con la producción de alimentos y la gestión de la energía”.
“En definitiva, consideramos que una educación transformadora y holística, que incorpore principios de sostenibilidad y justicia social, puede empoderar a las nuevas generaciones para que se conviertan en agentes de cambio. Desde este enfoque educativo, podremos preparar a las personas para enfrentar los complejos desafíos del agua en el mundo contemporáneo, promoviendo así una gestión más equitativa y responsable de este recurso vital”, concluyó.
La Jornada estuvo conducida por Carlos Mario Gómez, catedrático de Fundamentos del Análisis Económico de la Universidad de Alcalá y miembro del Foro de la Economía del Agua e IMDEA Agua.
Por su parte, el secretario de Estado, Juan Cruz, en sus palabras de clausura destacó la importancia de la ciencia y los datos que esta proporciona para que los responsables políticos reciban una información contrastada.