La Escuela Oficial de Idiomas (EOI) de Melilla volvió el pasado viernes a convertirse en un ejemplo vivo de cómo la enseñanza puede ir mucho más allá del aula. En una jornada festiva, repleta de actividades y emociones, profesores y alumnos del centro celebraron un proyecto de innovación educativa que ha tenido como eje central el intercambio cultural y lingüístico. La iniciativa, que ya se ha convertido en una tradición anual, refleja el compromiso de la EOI con una enseñanza integral y con valores de convivencia, diversidad y respeto.
La jornada arrancó desde primera hora de la tarde y se desarrolló en un ambiente de entusiasmo y participación. Las actividades, organizadas por los departamentos de alemán, árabe, francés e inglés, transformaron por completo los espacios del centro, que se llenaron de música, sabores, libros y múltiples lenguas. El objetivo principal fue claro: poner en valor las singularidades de cada uno de los idiomas que se imparten en el centro y resaltar la riqueza cultural que cada uno de ellos conlleva.
Uno de los momentos más destacados del día fue el concurso gastronómico, en el que tanto docentes como estudiantes se animaron a preparar y presentar dulces típicos de los países de los idiomas que se enseñan en la EOI. Se pudieron degustar elaboraciones como Butterkekse (galletas alemanas), Brownies, Scones, y los tradicionales Pretzels, junto con una cuidada presentación de té marroquí, servido según el rito tradicional. Todo ello ambientado con música de fondo representativa de los países homenajeados, lo que contribuyó a crear una atmósfera internacional y acogedora.
En paralelo, se llevó a cabo un “amigo invisible literario”, organizado con motivo del reciente Día Internacional del Libro. En esta actividad, cada participante obsequió a otra persona —de forma anónima— con uno de sus libros favoritos, dejando una nota personal explicando por qué lo había elegido. Esta propuesta fue especialmente valorada por su capacidad para generar vínculos personales a través de la literatura y despertar el interés por nuevos autores, géneros e historias, en una experiencia tan enriquecedora como emotiva.
El departamento de árabe también tuvo un papel protagonista al organizar un ritual del té, una actividad que permitió a los asistentes conocer en profundidad esta costumbre tan arraigada en la cultura magrebí. El ritual fue acompañado de explicaciones sobre su simbolismo, su historia y su importancia social, ofreciendo así una visión más completa de la lengua árabe más allá de su aspecto académico.
Por su parte, el departamento de inglés impulsó una exposición multilingüe con una temática centrada en el cuidado del planeta, en conmemoración del Día Internacional de la Tierra. En ella, se mostraron mensajes y reflexiones en los distintos idiomas que se imparten en el centro, sensibilizando sobre la necesidad de actuar ante el cambio climático y promoviendo la conciencia ecológica entre los asistentes.
Para los organizadores, esta jornada es mucho más que un día festivo: es una oportunidad para vivir en primera persona lo que significa aprender un idioma desde una perspectiva cultural y humana. En palabras de varios participantes, “la Escuela Oficial de Idiomas no solo enseña gramática y vocabulario, sino que transmite realidades, puentes entre culturas y maneras de convivir”. En una ciudad como Melilla, caracterizada por su diversidad, este tipo de iniciativas tienen una relevancia aún mayor.
Desde su fundación en 1989, la EOI de Melilla se ha caracterizado por su apuesta por una educación moderna, inclusiva y dinámica. Actualmente, se imparten clases de alemán, árabe, francés e inglés, y cada año se suman más estudiantes atraídos por su oferta académica y su compromiso con la calidad educativa.
El centro ya ha anunciado que el plazo de preinscripción y matrícula para el próximo curso estará abierto desde el lunes 28 de abril hasta el 16 de mayo, animando a todos los interesados a formar parte de una institución que demuestra, día tras día, que aprender idiomas es también aprender a convivir.