La Policía Local ha desarrollado una gran labor al rescatar a cuatro perros maltratados y encerrados en jaulas en una finca en el extrarradio de la ciudad, sin acceso ni al agua ni a la comida. Uno de ellos, además, ha debido quedar ingresado en una clínica veterinaria como consecuencia de las heridas sangrantes en una de sus patas; los demás, han quedado a recaudo del centro de atención que la Ciudad Autónoma tiene para estos terribles casos.
Hiela la sangre ver la fotografía que los propios agentes locales han difundido del perro en peor estado, lo cual lleva a preguntarse hasta qué punto de maldad se puede llegar para tratar así a unos simples animales, dejarlos sin alimentos, sin poder beber, provocarles heridas y no curarlos..., eso merece que el o los responsables respondan de sus fechorías ante la Justicia.
Otra cosa es la forma en que se ha enterado la Policía Local. O sea, hay alguien que graba el vídeo para que se vea claramente el maltratado que sufren esos perros ¿y no lo denuncia ante las autoridades competentes?. ¿Qué clase de persona es la que conoce el delito porque incluso lo puede filmar con su móvil, pero en vez de acudir a la policía lo sube a una red social? Es decir, ¿los agentes tienen que tratar de localizar el punto exacto donde se encuentran esos animales para poder rescatarlos porque quien sabe dónde está se guarda la información y se limita a publicitar el vídeo en las redes?
Es muy triste que la Policía Local tenga que buscarse la vida para ubicar el sitio donde están esos pobres animales y que actúe por la alarma social que provoca la visión del vídeo porque su autor, que estará muy contento por tantas reacciones a su post, no denunció la comisión de ese más que presunto delito.
En cualquier caso, lo que hay que conseguir es que la Justicia actúe, identifique a los responsables de tanto maltrato, los procese en función de lo establecido en la ley de 2023 y les imponga la máxima pena posible (el maltrato animal puede conllevar penas de cárcel de hasta 36 meses y multas de hasta 200.000 euros). Hay que dar una respuesta contundente y ejemplarizante para que todo el mundo tenga muy claro que un animal merece respeto, es un ser vivo que siente y padece, y no puede jamás ser utilizado con esos fines infames.
Este episodio de deshumanización, es espeluznante, horroroso y inaudito, esperemos que, con la juiciosa intervención de todos, no se vuelvan a dar, estas aborrecibles situaciones.
Este episodio de deshumanización, es espeluznante, horroroso y inaudito, esperemos que con la juiciosa intervención de todos, no se vuelvan a dar, estas aborrecibles situaciones.