Este pasado martes arrancaron las charlas impartidas por la Jefa de la Unidad de Coordinación Contra la Violencia Sobre la Mujer de la Delegación del Gobierno, Laura Segura, del Plan Director para la Convivencia y Mejora de la Seguridad en los Centros Educativos y sus Entornos que se vienen desarrollando desde la Dirección Provincial del Ministerio de Educación.
El Plan Director abarca distintos contenidos, siendo uno de sus objetivos la prevención de comportamientos de discriminación por razón de sexo o discriminación sexual y la prevención de la violencia de género.
Estas formaciones están orientadas alumnado de 4º de la ESO, Formación Profesional y Ciclos Formativos y se van a desarrollar entre los meses de febrero, marzo, abril y mayo por todos los centros de la ciudad, haciendo talleres en unos 40 grupos.
El pasado martes se iniciaron en el Juan Antonio Fernández y durante esta semana se ha impartido también esta formación el IES Miguel Fernández.
“En estos talleres trabaja la prevención de la Violencia de género, dirigida a estas edades, siendo fundamental es que el alumnado sea capaz de percibir la singularidad de esta violencia y que entiendan que el origen está en el machismo y en la desigualdad”, ha explicado Segura.
En este sentido ha apuntado que el objetivo no es otro que explicar que aunque la violencia de género está en la cúspide, existen otras violencias que están normalizadas. “Se trata de que capaces de reconocer los primeros signos de violencia y de esta manera prevenir futuras conductas violentas y, a su vez, detectar las que ya se puedan estar dando”, ha expuesto.
“Los datos señalan que se está dando un aumento de la violencia de género en edades más tempranas, especialmente manifiesta en violencia de control, y es fundamental por tanto hacer pedagogía de la no violencia”, ha señalado.
En este sentido ha apuntado la importancia de que las jóvenes reconozcan las primeras señales de control: de la ropa, amistades, móvil, aislamiento, etc.; que sean capaces de romper con las relaciones que les priven de libertad o no las haga sentir bien.
Abusos y control
Según la Macroencuesta de violencia sobre la Mujer del 2019, el 6,2% de las adolescentes de 16 y 17 años han sufrido violencia física por parte de parejas o exparejas, el 6,5% violencia sexual, el 16,7% violencia emocional y el 24,9% violencia psicológica o de control.
Y los resultados del estudio ‘La situación de la violencia contra las mujeres en la adolescencia en España’, llevado a cabo 2020, y que realizó a una muestra de 13.267 adolescentes de 14 a 20 años, reflejan que las situaciones de violencia de género en el ámbito de la pareja que un mayor porcentaje de chicas adolescentes reconoce haber vivido, alguna vez o con más frecuencia, son las de abuso emocional (“insultar o ridiculizar”, por el 17,3%), control abusivo general (“decidir por mí hasta el más mínimo detalle”, por el 17,1%) y controlar a través del móvil (por el 14,9%).
Además, el 11,1% reconoce que se “ha sentido presionada para situaciones de tipo sexual en las que no quería participar”, el 9,6% que le han hecho “sentir miedo”, el 8,7% que le han dicho que “no valía nada” y el 8% que el chico que la maltrató “presumía de dichas conductas”.
En cuanto a la violencia sexual, los datos del estudio, reflejan que el 14,1% de las adolescentes reconocen que se han sentido presionadas para actividades de tipo sexual en las que no querían participar.
El acoso sexual online a adolescentes aumenta significativamente en la última década. Las situaciones que más sufren son las relacionadas con mostrar fotografías sexuales (48%) o que se las pidan (un 43,9%), y el 23,4% afirma haber recibido peticiones de ciber-sexo online.
Segura ha apuntado que aunque desciende la Violencia de Género en adolescentes, sobre todo dentro de la pareja, subsiste, “y es necesario poner el acento especialmente en la Violencia Sexual y, en concreto, en el acoso sexual online”.
“Los chicos y chicas, por lo general, muestran rechazo a la violencia de género y reconocen que se dan relaciones de violencia en su entorno, pero no reconocen otras formas más sutiles de violencia”, ha revelado. De la misma manera que los chicos, que la ejercen, a veces no son conscientes de que la están ejerciendo, ha apostillado.
Tal y como ha relatado Laura Segura, “el alumnado en estos talleres es muy participativo y muestra mucho interés, creándose un espacio de transformación y de toma de conciencia que es tan importante en estas edades; y a su vez se pretende, que con el trabajo que se haga en estas charlas, el alumnado haga de motor de cambio en sus entornos”.
“Se pretende trabajar en la erradicación de la desigualdad y visibilizar lo que está sucediendo en nuestra sociedad y seguir sensibilizando en la importancia de percibir esta realidad como uno de los grandes problemas a afrontar y erradicar en el momento actual”, ha concluido.