El convenio entró en vigor el pasado jueves, veinte años después de ser concebido. El secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Ulloa, aplaudió ayer, durante su visita oficial a Melilla, la entrada en vigor del acuerdo firmado en 1992 entre España y Marruecos que regula la circulación de personas, el tránsito y la readmisión de extranjeros que entran ilegalmente en el país.
Ulloa no quiso detallar los motivos por los que el tratado que permite la devolución de inmigrantes en frontera entra en vigor veinte años después de concebido y se limitó a hablar de causas “múltiples” y a recordar que “los acuerdos dependen de dos partes” y que ahora “toca mirar hacia adelante, no mirar al pasado”.
Asimismo, el número dos de Interior reconoció que el acuerdo de devolución de extranjeros que entran por “puntos no habilitados” es “un instrumento mejorable”, aunque de momento va a ser “muy útil” para España.
En opinión del secretario de Estado de Seguridad, el tratado de devolución de inmigrantes irregulares (previa petición formal, según el texto publicado por el Boletín Oficial del Estado) “presenta una serie de carencias que pueden ser valoradas por ambas partes para un mejor resultado”.
Marruecos colabora
Consultado por El Faro sobre el estado de las relaciones hispano-marroquíes, Ignacio Ulloa apuntó que en estos momentos “Marruecos está colaborando como no había colaborado en mucho tiempo”.
Al hilo de estas declaraciones, Ulloa añadió que la relación actual entre España y Marruecos es “muy buena, extraordinaria” y “producto de la convicción de que la actuación de las administraciones tiene que ser en beneficio de los ciudadanos, más allá de querellas territoriales o históricas que se hayan mantenido”.