Felipe Navarro y Ceballos-Escalera, presidente de la Junta de Arbitrios y segundo jefe de la Comandancia General de Melilla (Comgemel), apadrinaron ayer la bendición de la titular de la iglesia del Sagrado Corazón, la Divina Pastora. Durante la homilía celebrada ayer, María Cristina Loriente López tomó posesión de la nueva vicesecretaria.
Tras el acto, el coronel jefe del Estado Mayor, Luis Filiberto Caselles Domenech, hizo entrega de la faja de oficial del Estado Mayor a la Divina Pastora de las Almas. Durante su discurso, el coronel del Estado Mayor señaló: “cuando me ofrecieron este honor tuve mis dudas de si yo era la persona que debía escenificar este refuerzo del patronazgo y como siempre para estas cosas encontré la respuesta en Mateo VIII donde Jesús le dice las palabras más bonitas del Evangelio a un centurión que va a pedir por su siervo y Jesús le dice: que lo va a cuidar, que va a ir a su casa y él se muestra abrumado como yo ahora. Me sentí como que no era digno de que entrase en mi casa, pero una palabra suya bastará para sanarme. Eso es lo que he querido escenificar con la entrega de esa faja”.
“Quiero pedirle a nuestra Madre que refuerce sus vínculos con el Estado Mayor y con lo que representa nuestro Comandante General con nuestro cuartel general y las unidades que nos habéis querido acompañar os voy a pedir que nos ilumine, nos ayude en el camino, tanto en lo personal como en los profesional . Eso es lo que le pido a la Virgen. En lo que no tuve dudas es en que la Virgen es la Divina Pastora la que mejor representa el Estado Mayor”, continuó Caselles.
En este sentido, recordó que “el Estado Mayor tiene dos misiones: una de arriba a abajo que es hacer cumplir lo que el jefe nos ordena. Nosotros lo transmitimos y hacemos que su órdenes se cumplan y de abajo a arriba velamos porque las unidades y las personas tengan lo que necesitan.
Y de nuevo cuando acudes para ver quién es mejor esta vez hallo el escrito en Juan II, lo que todos conocemos como las ‘Bodas de Caná’. En este relato es María quien se da cuenta de que los novios se quedan sin vino. Estar atento a lo que necesitan los demás es lo que el Estado Mayor debe realizar y es María también la que espera y acude a Dios cuando ve una necesidad. La frase más hermosa es cuando María dice lo que ellos digan”.
De esta forma y visiblemente emocionado el coronel jefe finalizó un discurso repleto de sentimiento.