El Gobierno de Imbroda aspira a que la ciudad pueda resultar suficientemente atractiva a las productoras de cine para traer aquí sus rodajes y así disponer de otra vía más en lo que se pretende que sea el desarrollo económico melillense. El primer paso en esa dirección se ha dado con la incorporación de Melilla Film Commission a la organización de ámbito nacional, una cuestión previa interesante para figurar entre las distintas propuestas que esa entidad realiza de cara a la industria cinematográfica.
La consejera de Cultura, Patrimonio Cultural y el Mayor, Fadela Mohatar, no se ha quedado únicamente en esa integración sino que ha dado ya un paso adelante para convertir a la ciudad en un lugar ventajoso para las empresas que invierten en el cine. Se trata de un informe, elaborado por expertos en la materia, que ponga negro sobre blanco cuáles son los puntos débiles de Melilla y cuáles sus aspectos fuertes.
El objetivo del informe, del que ya se conoce una primera parte, es que se den pistas a la Administración Local sobre dónde actuar y reforzar para conseguir la meta que se persigue, que no es otra que Melilla sirva de localizaciones para rodar películas. Ello conllevaría la estancia aquí de decenas de personas durante semanas y la necesidad de logística muy variada, con el consiguiente beneficio económico para las empresas melillenses.
Y como cabía esperar, los transportes aparecen como una de las debilidades de cara al desarrollo de ese tipo de industria. De hecho, desplazar todo el aparataje, sin contar a las personas, encarecería los costes de producción. Por ese motivo se propone que haya acuerdos con las navieras para abaratar precios y la existencia de un "bono profesional" a modo del conocido bono turístico para el personal.
Lo cierto es que el análisis realizado por estos expertos pone una buena cantidad de tareas al Gobierno, que se tendrían que realizar a través de la citada Melilla Film Commissión. A modo de ejemplo, disponer de personal formado en las cuestiones técnicas y empresas que puedan dar el servicio que las productoras necesitan, además de otros puntos ligados a la economía.
Como ya adelantó en su momento la consejera Mohatar, una de las principales iniciativas que plantea el informe es conseguir mejoras en las ventajas fiscales que ya ofrece Melilla. La idea, tal y como comentó la representante popular, es mantener conversaciones con los parlamentarios nacionales, todos también del Partido Popular, para que se prepare un texto que sirva como proposición de ley para hacer posible adecuar el régimen fiscal a la conveniencia de que la ciudad sea sede de rodajes.
Otro de los puntos esperables es, asimismo, el hecho de que Melilla se dé a conocer a través de una campaña de promoción y comunicación, algo que se considera "esencial" en el estudio de los expertos. Estos apuntan a que se dirija en una doble dirección: llevar la información in situ al sector del cine y presentarla en eventos destacados de la industria, como festivales, encuentros, entrega de premios, etc.
Todo esto no es sino un resumen de las muchas propuestas que hace el informe sobre todos los puntos que hay que tocar para que el proyecto funcione.
Al otro lado, entre los beneficios de venir a Melilla, figura su carácter multicultural, la "variedad de escenarios" y la versatilidad que ofrece, todo ello condensado en un "espacio controlable" a nivel logístico, que hace que la opción que ofrece la ciudad pueda resultar atractiva.