Las en torno a 45.000 personas que conforman la comunidad musulmana de Melilla comienzan mañana el mes sagrado de Ramadán 2024-1445. Este martes da inicio por tanto a un mes de ayuno, reflexión y unión en el que es uno de los cinco pilares básicos del Islam.
En este mes se conmemora la revelación por Dios del Sagrado Corán al Profeta Mahoma por parte del Ángel Gabriel, en el año 610.
El comienzo de este mes no se conoce hasta poco tiempo antes, con la observación directa de la luna. Un hecho que es causa de profundo debate, puesto que el Ramadán en Melilla y Ceuta este año suele comenzar en fechas distintas que en el resto de países.
Los musulmanes melillenses siguen el avistamiento lunar de Marruecos, que puede coincidir o no con el de Arabia Saudí que es el que rige la comunidad en la península. De hecho, la Comisión Islámica de España (CIE) anunció el comienzo del Ramadán mañana en nuestro país al no haberse verificado el avistamiento del creciente en la mayoría de países. Sin embargo, en la península el Ramadán se ha iniciado hoy, debido al afán de la CIE de "mantener la unión de la comunidad musulmana de España".
Ayuno
A lo largo de este mes, los miembros de la comunidad musulmana deberán abstenerse de ingerir cualquier tipo de alimentos y bebidas desde el amanecer hasta el ocaso, a excepción de mujeres embarazadas o con la menstruación, niños pequeños, enfermos y viajeros. No obstante, si las condiciones de una persona durante el Ramadán son ocasionales e impiden que pueda realizar el ayuno, sí que existe la posibilidad de realizar Ramadán durante otros días fuera de este periodo, para así devolver los días en los que el ayuno no se pudo realizar.
Asimismo, también estará restringido fumar y mantener relaciones sexuales durante el día.
Antes del amanecer se hace una comida, el suhur, mientras que al anochecer se lleva a cabo la ruptura del ayuno o o iftar.
Según apuntaron algunos expertos a este medio, uno de los muchos significados que tiene el ayuno es tener empatía con aquellas personas viven en condiciones más humildes, quienes no pueden contar con ingerir tres platos de comida al día. Otras funciones de este sagrado mes pueden ser la purificación del cuerpo o el mantenimiento de la fuerza de voluntad.
El Ramadán también deja su huella en la gastronomía. Para estas fechas son casi una obligación la harera, los dátiles y la chuparquía, entre otros platos tradicionales.
Tarawih
Aproximadamente una hora y media después del iftar, es tradición que los fieles se dirijan a la mezquita para rezar en grupo en el último rezo del día. Este también puede hacerse en casa o en el lugar en el que se encuentren.
Todo musulmán debe realizar cinco oraciones diarias, pero la llegada del mes de Ramadán supone añadir otra oración más, esta de carácter nocturno. Se trata del Tarawih.
Estos rezos nocturnos son más largos, llegando a durar hasta una hora y media, dependiendo de la mezquita.
Valores
Dejando a un lado el ayuno, el Ramadán trata de promover una serie de hábitos más espirituales, como la relación con Dios; o la promoción de una serie de lazos fraternales con familiares y allegados.
Los expertos aseguran que el Ramadán no se queda sólo en ayunar o decorar la casa, sino que también es la generosidad con el prójimo o la integración con el resto de ciudadanos. De hecho, la ruptura del ayuno tiene un componente social, según afirman. Además, las ayudas económicas a familiares y amigos, así como a los más necesitados aumentan de forma considerable a lo largo de este mes.
En definitiva, la comunidad musulmana de Melilla comienza mañana un periodo de sacrificio y privación, pero también de reflexión.
Por parte de la Ciudad Autónoma, mañana se presentarán las actividades con motivo del Ramadán. Estas se han organizado entre la Consejería de Cultura, Patrimonio Cultural y del Mayor junto con la Viceconsejería de Movimiento Participativo.