Se trata de Juan José Martín Alonso y los hechos se remontan al año 2009, momento en que se profirieron los insultos desde ordenadores de la sede del PSOE.
La Justicia dio la razón al vicepresidente primero de la Ciudad Autónoma, Miguel Marín, en torno al caso de las injurias proferidas contra él por parte de varios militantes del PSOE a través de Internet, un suceso que se produjo en el año 2009 y cuyo fallo judicial, a cargo de la sala de la Audiencia Provincial de Málaga en Melilla que ya es firme, dio a conocer a los medios de comunicación.
En este sentido, Marín recordó que es Juan José Martín Alonso el militante socialista que deberá indemnizarle con una cuantía que asciende a los 1.000 euros además de deber pagar las costas procesales que en estos momentos está calculando el abogado de Marín. El vicepresidente lamentó que Martín siguiera siendo parte del PSOE y recordó que incluso había ido en las listas de esta formación política en las últimas elecciones como número diez.
Los hechos juzgados se produjeron el pasado año 2009 coincidiendo con las elecciones europeas, momento en que unos cuantos militantes socialistas se dedicaron a injuriar e insultar por Internet a Miguel Marín, acusándole de tomar sustancias psicotrópicas, aspecto que él negó tajantemente. De hecho, recordó que llegó incluso a hacerse un informe toxicológico para que sirviera de prueba en el juicio, informe que salió negativo en todos los marcadores.
Fue la brigada judicial de la Policía Nacional la que detectó en sus investigaciones que los insultos e injurias provenían de ordenadores ubicados en la sede del PSOE local, lo que les llevó finalmente a indentificar a uno de ellos, en concreto Martín Alonso.
“A lo largo de este tiempo he tenido que soportar el recordatorio de estas injurias por parte de la oposición” y recordó que al final se había pronunciado la justicia de forma favorable sus intereses.
En cualquier caso, comentó que este caso no se para con la condena de Martín Alonso ya que su intención es entablar una demanda civil contra el PSOE por posible responsabilidad por daños y perjuicios como consecuencia de las injurias proferidas en su contra, ya que algunas de ellas se hicieron desde ordenadores ubicados en la sede del PSOE local.
De hecho, esta fue una de las principales pistas que siguió la Policía Nacional en las investigaciones que llevó a cabo. Por su parte, desde el PP se llegó incluso a acusar al secretario general de los socialistas melillense de estar detrás.