El Congreso de los Diputados vivió este martes un tenso cruce de declaraciones entre la diputada del Partido Popular por Melilla, Sofía Acedo, y la ministra de Defensa, Margarita Robles, en el marco de una pregunta parlamentaria centrada en la política de defensa del Gobierno. Acedo lanzó una dura crítica contra Robles, a quien reprochó una contradicción flagrante entre el orgullo que declara sentir por las Fuerzas Armadas y las decisiones políticas que adopta desde su ministerio y como parte del Consejo de Ministros.
“Ese orgullo que usted dice sentir por nuestras Fuerzas Armadas no se corresponde con sus acciones”, sentenció Acedo, quien acusó al Ejecutivo de actuar al margen de los intereses y necesidades reales de los militares. La diputada denunció la participación de Robles en un Gobierno “que comparte proyectos políticos con quienes rechazan el concepto mismo de la defensa”, en alusión a formaciones del bloque de investidura que históricamente han mostrado rechazo al gasto militar y a la industria de defensa.
Acedo fue especialmente crítica al cuestionar el papel de España en el marco de compromisos internacionales, preguntando si el Consejo de Ministros apoya realmente los acuerdos y estrategias de seguridad asumidos por España con la Unión Europea, la OTAN y otras instancias multilaterales. “¿Me ha dejado usted participar a los militares o los va a seguir ninguneando?”, interrogó la diputada con severidad.
Robles, visiblemente incómoda, se escudó en el marco legal vigente para evitar revelar las deliberaciones del Consejo de Ministros. Recordó que el artículo 5 de la Ley del Gobierno establece el carácter secreto de dichas reuniones, al igual que los artículos 97 y 98 de la Constitución Española, que regulan la responsabilidad del Ejecutivo. “No me pregunte usted lo que se debate en el Consejo de Ministros porque es secreto y yo voy a cumplir con mi obligación”, insistió.
Pese a ello, la ministra trató de rebajar la tensión del debate, pidiendo a los diputados del PP “más tranquilidad y menos crispación”. “No entiendo siempre por qué están ustedes tan agitados y tan nerviosos”, dijo, apelando a la necesidad de preservar una imagen institucional ante los ciudadanos.
Lejos de calmarse, Acedo arremetió de nuevo, esta vez contra la falta de concreción del presupuesto militar. Preguntó si el gasto alcanzará finalmente el 3% o el 3,5% del PIB, como exigen los compromisos con la OTAN, y qué partidas presupuestarias se verán afectadas. En este sentido, Acedo apuntó a lo que considera un doble discurso del Ejecutivo: “Sus socios parlamentarios se horrorizan al hablar de armas, pero llevan en sus listas a quienes no dudaron en utilizarlas contra los españoles que no pensaban como ellos”, declaró, en clara alusión a representantes de partidos nacionalistas e independentistas.
Este enfrentamiento se enmarca en un contexto de debate creciente sobre el plan de rearme español. Tal como publicó El Mundo el 8 de abril, el Gobierno afronta importantes tensiones internas ante el reto de elevar el gasto en defensa y cumplir con los compromisos internacionales, en un escenario geopolítico marcado por la guerra en Ucrania, el rearme europeo y la presión de socios estratégicos como Estados Unidos.
Robles defendió su gestión, recordando que cuando llegó al cargo, en 2018, la inversión en defensa se encontraba en mínimos históricos, en torno al 0,92% del PIB, y con serias deficiencias de equipamiento. “No había ni munición”, señaló, reprochando al PP que dejara a las Fuerzas Armadas en una situación precaria. También subrayó el reconocimiento internacional que reciben los militares españoles, con presencia destacada en misiones en Letonia, Estonia, Rumanía y otros países aliados.
“No olviden nunca que esto es una política de Estado”, advirtió la ministra, apelando a la responsabilidad de la oposición para no convertir la defensa en un campo de batalla partidista.
El rifirrafe parlamentario refleja, no obstante, la fractura existente entre el discurso institucional del Gobierno y las críticas de la oposición, que acusan al Ejecutivo de falta de coherencia, debilidad en la toma de decisiones estratégicas y sumisión ante socios que, según Acedo, “prefieren destruir lo construido antes que defenderlo”.
Con este nuevo encontronazo en el hemiciclo, la defensa vuelve al primer plano del debate político, y anticipa una nueva batalla legislativa en torno a los presupuestos y el futuro modelo de Fuerzas Armadas que España necesita en un escenario internacional cada vez más inestable.
Me habéis suprimido el comentario
Trabaja ya.Que desconoces lo que es eso.
A tenor de la mayoría de las noticias publicadas parece que estuviéramos en los años. cuarenta o cincuenta en plena epoca de la dictadura fascista de Franco.No es vuestra culpa pero es lo que da Melilla y no da otra cosa .