Los inspectores de Trabajo y de la Seguridad de Melilla se han concentrado este mediodía, a las puertas de la sede de la institución, dependiente del Ministerio de Trabajo y Economía Social, para reclamar una mejora en los medios con los que ejercen su labor.
Según ha declarado el jefe de la Inspección de Trabajo en la ciudad autónoma, Saturnino Martínez, en Melilla tienen la “suerte” de que los recursos humanos –nueve personas entre inspectores y subinspectores- son suficientes, pero, por lo demás, ha indicado que tienen “las mismas carencias” que en cualquier otra Inspección de Trabajo del resto del país, donde también se han realizado estas concentraciones de manera simultánea.
Entre estos déficits, Martínez ha citado “sistemas informáticos obsoletos, medios económicos y una estructura organizativa que no responde a las necesidades actuales”. “Organización, en general”, ha rematado, lo que provoca, a su parecer, “la actual situación de bloqueo que está sufriendo el proceso de modernización y fortalecimiento del sistema de la Inspección de Trabajo y la Seguridad Social en España”.
Con su concentración, el colectivo pretende dejar constancia, por un lado, de la unidad entre todos los empleados de la Inspección de Trabajo del país, así como demandar la aplicación del acuerdo al que se llegó en el Consejo de Ministros del 16 de noviembre de 2021 para proporcionar a la institución “los recursos y medios necesarios para hacer una inspección eficaz y siempre en tutela de los derechos de todos los trabajadores y, en general, de todos los ciudadanos”.
En aquel Consejo de Ministros, ha detallado el jefe en Melilla, se acordó, mediante el Plan Estratégico de la Inspección de Trabajo y de la Seguridad Social, la dotación al organismo de mayores recursos y medios para mejorar unas actuaciones que son, a su parecer, “imprescindibles en el actual sistema de relaciones laborales”. Un sistema, por otra parte, ha añadido, cada vez más complejo y que implica más competencias, funciones y responsabilidades para los inspectores, “pero que no va acompañado de los medios y recursos necesarios” para llevar a cabo sus actuaciones de manera eficaz.
Posible huelga indefinida
“La paciencia tiene un límite y la de los jefes de la Inspección de Trabajo ha llegado al suyo”, ha asegurado Martínez, quien ha adelantado que, si el Gobierno central no cumple sus compromisos, el próximo día 26 de junio comenzarán una huelga indefinida.
El jefe de los inspectores de Trabajo en Melilla ha insistido en que, desde que el organismo se creó en 1906, sus inspectores y subinspectores “siempre han respondido con objetividad a los intereses de los trabajadores y del cumplimiento de la legislación en materia laboral”. Pese a que, evidentemente, los medios han mejorado desde entonces, Martínez ha indicado que no han mejorado desde hace 30 ó 40 años, “con una estructura obsoleta para las nuevas necesidades y medios deficitarios”, por lo que, una vez más, ha solicitado ayuda para “dar respuesta a unas relaciones laborales cada vez más complejas” y a un aumento de competencias que, de nuevo, “tiene que ir acompañada de los medios necesarios que hagan una Inspección de Trabajo eficaz, una actuación de calidad y siempre en defensa de los derechos de los trabajadores y del buen clima de las relaciones laborales”.
“Aun así, por parte de todos los compañeros de la Inspección, hemos trabajado con los medios de que disponemos con total profesionalidad y compromiso, como hemos hecho siempre y como vamos a seguir haciendo”, ha apuntado Martínez, quien ha explicado cuáles son sus cometidos: el control de las condiciones laborales y del cumplimiento de las normas sociales en el que haya una prestación laboral, como la jornada, los contratos, el registro, las condiciones laborales, la prevención de riesgos laborales, la seguridad y la salud o la Seguridad Social. En suma, “son amplísimas las funciones que tenemos a diario”, ha aseverado.
En este sentido, Martínez ha informado de que las deficiencias que suelen encontrar en Melilla no distan mucho de las que hay en el resto de España. “Lo que se incumple en Melilla es la tónica general de lo que se incumple en el resto del país”, ha concluido.