El Ministerio del Interior ha empezado los trabajos necesarios en la frontera terrestre entre España y Marruecos en Melilla para implantar un sistema inteligente de control ligado al que hay implantado en el resto de la Unión Europea, basado en el reconocimiento biométrico y verificación de los pasaportes.
A preguntas de los periodistas, la delegada del Gobierno en Melilla, Sabrina Moh, ha explicado que estos trabajos han empezado una vez que ha finalizado la Operación Paso del Estrecho (OPE), cuyo dispositivo llegó a su fin el pasado 15 de septiembre, ya que su desarrollo supone un mayor tránsito en la frontera terrestre.
Con el “pistoletazo de salida a estas obras de modernización” de la frontera de Beni-Enzar, los trabajos ahora se van a ir realizando de manera progresiva hasta su finalización, ha dicho Moh, convencida de que el nuevo sistema supondrá “un salto de calidad en los servicios que se prestan en la frontera”.
En concreto, este sistema consiste en un reconocimiento biométrico y en la autentificación de las tarjetas de identidad de los pasaportes, cuestiones que permitirán “un control más exhaustivo” e inteligente para facilitar la labor de los agentes de la Policía que ahora tienen que hacer estos controles de manera manual.
Otra de las novedades es que, además del control de entrada a Melilla, en la frontera también se va a instalar un control de salida que antes no existía, lo que permitirá comprobar la identidad de las personas que entran a la ciudad autónoma y que, posteriormente, no retornan a Marruecos.
En mayo pasado la delegada del Gobierno dijo en una entrevista en la televisión pública que a más tardar en julio pasado estaría terminada la instalación de los peines invertidos en la valla de Melilla.
En agosto estaban instalándose los peines invertidos en Dique Sur y la zona de los Pinos.